Euskadi mantiene la indefinición sobre el impuesto a las grandes fortunas

Este nuevo impuesto se liquidará en el territorio común del Estado entre el próximo 1 de julio y el 31 del mismo mes. La liquidación corresponderá al gravamen sobre el patrimonio que se poseía a 31 de diciembre de 2022 y tendrá carácter complementario con el Impuesto de Patrimonio: lo que se haya pagado por este último se deducirá del de grandes fortunas, que afecta a quienes tengan patrimonios superiores a los 3 millones de euros.

Pero la situación del País Vasco es peculiar y hasta difícil de matizar. Formalmente el impuesto no existe todavía en Euskadi, no hay normativa legal que lo regule y, por lo tanto, no se puede aplicar. El Gobierno vasco negoció con el central la concertación del mismo, lo que permite a las diputaciones forales elaborar una normativa propia con total libertad. De momento no lo han hecho y en estos momentos tampoco pueden porque las Juntas Generales -los legislativos territoriales de Bizkaia, Álava y Gipuzkoa- se han disuelto ante la próxima celebración de las elecciones municipales y forales del 28 de mayo.

Hay un acuerdo político anunciado hace ya algún tiempo por los partidos PSE y PNV con el compromiso de aprobar una regulación, aunque en términos prácticos significa más bien poco. Regular no es lo mismo que aplicar. Y ello porque la normativa puede dejar el tributo sin efecto y para eso basta con que se copie en grandes fortunas la escala de gravamen de Patrimonio, lo que dejaría el resultado en 'cero a ingresar'. Es, apuntan numerosas fuentes, la opción más probable.

Otra de las aristas polémicas es si se puede aprobar en 2023 una normativa que se aplique con carácter retroactivo al patrimonio que los contribuyentes poseían en 2022. Aquí hay diferentes interpretaciones, incluso dentro de las mismas opciones políticas. Así, el consejero de Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, aseguró en una comparecencia pública que «se puede hacer», mientras el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, lo dio por descartado. «El pasado es pasado», dijo Rementeria en una rueda de prensa, dando por sentado que la Diputación de Bizkaia -donde PNV y PSE han gobernado hasta ahora en coalición- no iba a aceptar esa tesis.

«Si no lo han aplicado ya es porque no han querido», llegó a apuntar el catedrático de Hacienda de la Universidad del País Vasco, Ignacio Zubiri, para traducir de forma clara la situación actual.

En Navarra, donde había una clara voluntad de aplicarlo y donde también se ha concertado con el Estado, se optó por una medida urgente: la modificación del Impuesto de Patrimonio para ampliar la escala de gravamen y equipararla a la del impuesto de grandes fortunas.

El PNV parece conformarse con que se aplique en Madrid para tamponar la fuga de contribuyentes que huían del Impuesto de Patrimonio, al tiempo que la situación de 'limbo jurídico' ha permitido al Partido Socialista ganar tiempo, para evitar que la exención del nuevo tributo en Euskadi -al menos en el ejercicio 2022- se convirtiese en un argumento electoral en manos de otros partidos.