Euskadi lidera la tecnología en el creciente mercado de la recarga del vehículo eléctrico

Además de que tecnológicamente cada vez es más factible la electrificación del transporte, el empeño público por la sostenibilidad y la calidad del aire de las ciudades acelerará aún más el proceso. Iniciativas como 'Madrid central' o 'Zona de bajas emisiones (ZBE)' de Barcelona se están extendiendo por otras ciudades europeas. Este mapa se completa con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 que el consejo de ministros envió a la Comisión Europea en febrero y que fija como objetivo que 2030, en 11 años, el parque automovilístico cuente con 5 millones de VE. Según PNIEC, esto desembocará en 8.849 millones de euros de inversión en la instalación de puntos de recarga o lo que es lo mismo, un gran mercado. Esto conlleva, según el plan energético, que deberá haber al menos un punto de recarga en vías públicas por cada 100 vehículos eléctricos y, como mínimo, uno en electrolineras por cada 500 vehículos. Para los autobuses el sistema de recarga deberá llegar a un pantógrafo por cada cinco vehículos.

Mucho antes de todo este aluvión de planes y normativas, hace una década el País Vasco hizo una apuesta muy clara por el desarrollo tecnológico del aprovechamiento industrial de la electrificación del transporte. Así, en 2010 el grupo energético público vasco EVE y la multinacional Repsol constituyeron la sociedad Ibil para desarrollar los sistemas de recarga. Enrique Monasterio, director de Innovación del EVE, recalca que se trató de una iniciativa tractora porque «la recarga, es mucho más que el suministro eléctrico, implica unos complejos sistemas de comunicaciones y control que exigen mucha tecnología», especialmente en los puntos públicos y más aún en los equipos de recarga rápidos y ultra rápidos.

En la actualidad, Ibil es uno de los gestores de recarga líderes en España, dispone de un total de 1.700 puntos de recarga, de los cuales 230 son de acceso público, con liderazgo en los sistemas rápidos y ultra rápido. Además, Ibil lidera el proyecto europeo CIRVE, que prevé la instalación de 40 puntos de recarga rápida y superiores en España.

El director general de Ibil, Aitor Arzuaga, señala que mientras muchos empiezan ahora a buscar posiciones en este negocio, las empresas vascas que han trabajado con Ibil ya tienen certificaciones y miles de equipos funcionando que les avalan de cara a optar al mercado nacional y europeo. «Se ha tratado de una apuesta de largo plazo y ese conocimiento generado sirve para catapultar a las empresas industriales del País Vasco y aprovechar la oportunidad de negocio que se presenta con el VE», recalca Arzuaga.

Así destacan los casos como Ingeteam que es puntera en sistemas de potencia y conexión para recarga rápida y ultra rápida de corriente continua. ZIV es líder en equipos de medida, contadores y comunicaciones. Ormazabal, especialista en sistemas de transformación de media tensión y servicios, acaba de aliarse con la catalana Circontrol, creando la compañía Nexvia, para el suministro 'llave en mano' de puntos de recarga, que implica tanto el desarrollo tecnológico, la instalación de los equipos y la tramitación de todos los permisos.

El caso de Jema, especializada en electrónica de potencia, del grupo Irizar, es algo diferente: su nicho son los autobuses. Su directora de Desarrollo de Negocio, Estibaliz Aranburu, explica que al principio se centraron en diseñar los equipos de recarga para los autobuses 100% eléctricos desarrollados por su matriz Irizar. Pero después trabajaron en sistemas interoperables y desde 2018 Jema tienen equipos de recarga que pueden utilizarlos otros operadores. «Para nosotros la electromovilidad es estratégica y estamos apostando. Es un mercado que de aquí a cinco años se va estar definiendo y pensamos que con nuestra experiencia y tecnología contamos con una buena oportunidad», explica Aranburu.