Euskadi inicia el año con la destrucción de 9.756 empleos

Pese a este retroceso en la afiliación, el número de cotizantes se mantuvo por encima del millón de cotizantes, una cota que se alcanzó por primera vez en mayo de 2023, se perdió en verano y se volvió a recuperar en octubre. Al cierre de enero se contabilizaban 1.003.190 trabajadores en alta en Seguridad Social.

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La destrucción de empleo se concentró en la sanidad, residencias, hostelería y comercio por el fin de los contratos para cubrir las vacaciones y para reforzar las plantillas en la campaña navidela. «2024 ha comenzado siguiendo al patrón de todos los eneros de este siglo. Es, junto con agosto, un mes en el que de forma invariable sube el paro y baja la afiliación a la Seguridad Social», ha apuntado el viceconsejero de Empleo e Inclusión, Alfonso Gurpegui, que también ha reconocido «señales de ralentización económica».

La pérdida de empleo, del 0,96% en términos relativos, es ligeramente inferior a la sufrida por el conjunto nacional, donde se perdió un 1,1% del empleo, en concreto, 231.000 puestos de trabajo. En su caso es una de las mayores caídas de la serie histórico, lo que arroja sombras sobre la fortaleza mostrada hasta ahora por el mercado laboral.

En cuanto al paro, el repunte fue de 3.450 personas con lo que a fin de mes había en Euskadi 111.229 desempleados. La brecha entre el aumento del paro y el retroceso de cotizantes en la Seguridad Social se explica por que son estadísticas diferentes: en el primer caso se mide el número de parados en el último día de mes y en el segundo la afiliación media en enero.

El incremento del desempleo en el pasado enero fue superior al de los últimos ejercicios. Así, hace falta retroceder a 2016 para encontrar un repunte del paro en enero como el registrado esta vez. En 2022 el aumento fue de 2.107 y en 2021 se limitó a mil.