Tubacex espera superar la crisis este año y volver ya a cifras previas a la pandemia

Tubacex espera que hayan quedado atrás los peores momentos -pérdidas de 25 y 32 millones de euros en 2020 y 2021, respectivamente- tras un último primer trimestre de este año en el que la cuenta de resultados ya se ha dado la vuelta para aflorar beneficios.

El consejero delegado de la compañía, Jesús Esmorís, ha señalado que el «mercado ha despertado» tras varios años de paralización en las inversiones, tanto en los sectores ligados al petróleo y al gas como el de las plantas de producción de energía. El aumento de precios de los combustibles ha animado a muchas empresas a invertir en pozo de explotación y los problemas en el mundo de la energía han hecho que se recaten del cajón algunos proyectos de plantas de producción de electricidad en el mundo. La cartera de pedidos supera los 500 millones de euros, una cifra que se sitúa en los máximos históricos registrados por la empresa.

Ambos sectores han sido hasta ahora claves en el desarrollo de Tubacex -consumen los tubos inoxidables sin soldadura que produce la firma alavesa-, pero la compañía quiere que ese mundo represente cada día menos en las ventas del grupo. En el pasado, las instalaciones de petróleo y gas representaban el 80% de las ventas, en la actualidad esa tasa ha bajado hasta el 60% y la compañía quiere reducirlo aún más, hasta el 30%. Hace ya tiempo que el grupo ha hecho un esfuerzo para ganar cuota de mercado en sectores que requieren tubos más sofisticados -equipos de medicina, aeronáutica o instalaciones industriales del sector de la alimentación- y quiere seguir en esa línea. «Nuestra idea es crecer en productos de mayor valor añadido, bien de forma orgánica o comprando empresas», ha admitido Esmorís.

En torno a la posibilidad de que los nuevos proyectos de inversión se materialicen en el País Vasco, el presidente, Francisco García Sanz, matizó que «se harán aquí si somos competitivos y la verdad es que podemos serlo». Hay que recordar que las factorías de Llodio y Amurrio permanecieron paradas buena parte de 2021, como consecuencia de una huelga convocada para oponerse al despido de 150 trabajadores. En septiembre y tras un paro de siete meses, empresa y sindicatos firmaron un acuerdo mediante el que la compañía retiraba el expediente de despidos, a cambio de una reducción de los costes laborales. Los directivos de la firma han apuntado que «las plantas vascas están bien posicionadas y con los productos correctos», pero también es cierto que su peso tiene una tendencia decreciente dentro de la actividad mundial de Tubacex. De los 2,200 empleados del grupo, 700 están en el País Vasco y, han apuntado, «no creemos que aquí vaya a haber aumentos de plantilla. Lo lógico es que la producción se intensifique allí donde está el mercado».

El nuevo plan estratégico de Tubacex, que contempla su evolución hasta el año 2025, prevé situar la empresa en un nivel de ventas anual entre 1.000 y 1.200 millones de euros, lo que supone un incremento del 50% en comparación con los mejores años de la empresa. Por otra parte, Esmorís se ha referido a la oportunidad de recuperar el mercado de Irán, que se truncó por la imposición de sanciones comerciales por parte de Estados Unidos. «Sería muy importante poder conseguirlo», ha indicado, para aclarar que es un tema que está muy en el aire porque «primero deberían levantarse las sanciones y luego tendríamos que retomar las negociaciones que se cortaron en su momento».