Tapia denuncia que el coste eléctrico lastra a la industria

Los grandes consumidores de electricidad han pedido al Gobierno vasco que utilice su influencia ante el Ejecutivo central, que es quien tiene las competencias de regulación del sector, con el objetivo de rebajar los costes. Tapia se comprometió este miércoles a hacerlo y a crear un grupo de trabajo con las empresas, aunque en el Gobierno vasco son conscientes de que va a ser muy difícil modificar la actual situación.

El Gobierno central aprobó el pasado mes de diciembre la normativa aplicable a los grandes consumidores de energía, en un intento de paliar la supresión de las ayudas a la interrumpibilidad. Unas cantidades que el Estado transfería a las empresas que admitían cortes de suministro en momentos de máxima demanda de electricidad, para evitar así colapsos en la red. La UE determinó que aquello eran ayudas de Estado y la nueva fórmula ideada por el Gobierno de Pedro Sánchez no contenta a nadie. La nómina de empresas consideradas electrointensivas en España se ha elevado a algo más de 600, frente al centenar que tenía acceso a las anteriores ayudas, lo que hace que la subvención sea muy limitada. Apenas 0,54 euros por cada megavatio-hora de consumo, una reducción que las empresas consideran «marginal».

Los grandes consumidores argumentan precisamente lo que este miércoles verbalizó Arantxa Tapia. Sus competidores franceses o alemanes disfrutan de precios de la energía eléctrica mucho más bajos. «La diferencia es que esos países -señaló ayer la consejera- realizan una política industrial de la que carece el Gobierno español».

Por otra parte, en una intervención horas antes en el Forum Europa, Tapia insistió en la necesidad de buscar medidas alternativas a la presentación de EREs con despidos, un contexto que ya se ha registrado en compañías como ITP Aero o Aernnova y que se encuentra en pleno proceso de negociación en la firma alavesa Tubacex. «Creo que todos tenemos que hacer un esfuerzo, empresas y trabajadores, para negociar medidas que permitan superar la actual situación y preservar el mayor número de empleos que sea posible», dijo la consejera, que a continuación detalló algo más el perfil de su propuesta.

En su opinión, las empresas que como Tubacex están inmersas en la negociación de un ERE -en este caso la cifra de despidos se ha rebajado de 150 a 135-, deberían acordar medidas temporales de reducción de costes «que puedan ser recuperadas cuando lleguen los tiempos de bonanza».