Siemens Energy reitera el mensaje de tranquilidad sobre el futuro de Gamesa
Arantxa Tapia se reúne en Berlín con el máximo ejecutivo de la multinacional
La consejera de Desarrollo Económico del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, se ha reunido hoy en Berlín con los máximos responsable de Siemens Energy, la compañía germana que es la principal accionista de la empresa vasca Siemens Gamesa, que recientemente anunció el lanzamiento de una OPA para hacerse con la totalidad del capital de su filial. En el encuentro ha estado presente el máximo ejecutivo de Siemens Energy, Christian Bruch, que el pasado mes de junio ya estuvo reunido con Tapia en un viaje relámpago que realizó al País Vasco, con el objetivo de transmitir un mensaje de tranquilidad en relación al futuro de la compañía. En el encuentro también han participado el viceconsejero de Industria del Gobierno vasco, Mikel Amundarain y la responsable de internacionalización de la Spri, Ainhoa Ondarzabal.
Fuentes del Gobierno vasco han apuntado que el encuentro se había programado dentro del programa de visitas de la consejera Tapia a un buen número de empresas alemana, que se ha desarrollado durante la última semana y que tuvo su momento más destacado el pasado miércoles en la reunión con directivos de Daimler Benz, reunión a la que también asistió el lehendakari, Iñigo Urkullu. En la misma línea reiteraron que la reunión tenía como objeto «realizar un seguimiento» del proceso de toma de control de Siemens Gamesa, que aún no ha culminado.
La compañía alemana anunció la presentación de la OPA para adquirir el 33% de las acciones de Siemens Gamesa que no posee aún, a un precio de 18,05 euros por título. La operación, que puede suponer el desembolso de unos 4.000 millones de euros, tendrá su continuidad con la exclusión de esta sociedad de Bolsa. De acuerdo al calendario previsto, la CNMV tomará una decisión sobre esta oferta en los próximos días.
De la reunión celebrada hoy no han trascendido cambios sobre la hoja de ruta que Siemens Energy dibujó hace ya algunas semanas y que sitúan esta operación en un plano preferentemente financiero, más que de ajuste de la estructura industrial. El propio Christian Bruch ya dejó claro en su primera reunión con el Gobierno vasco que «el problema de Siemens Gamesa no son sus trabajadores» -algo que ha sido confirmado también por el primer ejecutivo de la filial, Jochen Eickholt-, lo que permite alejar el temor a un fuerte ajuste laboral.
La situación de Siemens Gamesa es muy complicada, después de acumular pérdidas millonarias en los últimos ejercicios. Tan sólo en los últimos seis meses esas pérdidas se elevan a 780 millones de euros y todo apunta a que aún crecerán mucho más a lo largo del año -los próximos datos se conocerán a principios de agosto-, fruto de la acumulación de varios problemas: retrasos en la construcción de algunos parques, lo que ha generado fuertes penalizaciones: incremento de costes de materias primas y desfase importante con los precios pactados para la venta de aerogeneradores y, por último, dificultades técnicas que impiden para lanzar la mercado la turbina 5.X de generación terrestre.
La dirección de Siemens Energy ha dado a entender que la OPA está justificada por la necesidad de «estabilizar» financieramente la compañía. Esto es, reforzar su solvencia con una apuesta decidida de su principal accionista, para evitar que las pérdidas continuadas acaben provocando un cierre de las líneas de crédito.
Por otra parte, esta semana se ha conocido que Siemens Energy va a endeudarse inicialmente en los 4.000 millones de euros que tendrá que invertir para adquirir las acciones de su filial, si bien a medio plazo piensa ya en una ampliación de capital que le permitiría inyectar 2.500 millones de euros de fondos propios.
El encuentro, señalaron fuentes del Ejecutivo vasco, sirvió para estrechar las relaciones con la cúpula de Siemens Energy, de cara a colaborar en otros proyectos al margen de la energía eólica.
