Sidenor invierte 84 millones en Basauri y propone una fusión de siderúrgicas vascas

Jainaga añadió que las nuevas inversiones que se realizarán en Sidenor buscan consolidar a la empresa en un mercado que depende de forma directa del sector del automóvil -el 70% de sus ventas es acero que acaba convertido en piezas de automóviles- y que vive en estos momentos un claro retroceso. Así, desgranó los resultados de la compañía desde que la adquirió a mediados de 2016 hasta finales de 2018, periodo en el que Sidenor obtuvo un beneficio neto de 100 millones de euros. En 2018 la empresa facturó 818 millones de euros y obtuvo un beneficio neto de 56 millones de euros, aunque de cara al cierre de 2019 Jainaga ya aventuró que la facturación descenderá «algo más del 10%», como consecuencia de la caída en el sector de automoción.

El empresario vasco detalló también un ambicioso plan de crecimiento que pretende desarrollar en varios planos. Uno de ellos es la fusión de empresas europeas del sector de aceros especiales que, estima, «está muy atomizado». En su opinión, «vienen momentos complicados por la caída de las ventas y creo que algunos no han hecho los deberes, de ahí que lo lógico es que entren en dificultades. Queremos aprovechar esa situación para liderar ese proceso de consolidación».

Otra línea de actuación está centrada en la fusión de empresas siderúrgicas vascas. Jainaga matizó que este es un proyecto que va dirigido a Tubos Reunidos, Tubacex, Aceralia y Nervacero -«las empresas que cuentan con acerías», dijo- y con el objetivo de revertir la pérdida de peso de este sector en Euskadi. Así, recordó que el País Vasco representaba el 40% de la producción de acero en España y ahora tan sólo el 20%, como consecuencia de un proceso de debilitamiento progresivo y cierre de instalaciones. «Es un sector que tiene una enorme importancia en el empleo en el País Vasco y merece la pena hacer un esfuerzo para preservarlo en el futuro». Jainaga aseguró que quiere tener un papel activo en ese proceso y que entrará en «contacto con los accionistas de esas empresas en las próximas semanas».

El proyecto empresarial de Jainaga, además, busca la «diversificación en otros sectores industriales» para sortear las dificultades que tiene para un grupo la dependencia exclusiva del acero. Un proyecto para el que ya ha creado un equipo de trabajo formado por seis personas. En este sentido anunció que estudia ya operaciones de compra que tienen un lazo lógico con la actividad de Sidenor, pero también otras adquisiciones alejadas del acero. Así, ha mostrado interés en el sector del reciclaje de chatarra y también en el área energética, tras la constitución de una sociedad al 50% junto a JB capital -la sociedad de inversión de Javier Botín- dedicada a la promoción de parques eólicos y de energía solar. También ha puesto sus ojos sobre otros sectores -estas adquisiciones las hará junto al equipo directivo que le acompañó en la compra de Sidenor-, cuya primera piedra se ha materializado con la compra de la empresa Imar. Una firma dedicada a la producción de chapa perforada destinada a la construcción de edificios, que tiene plantas de producción en la localidad vizcaína de Ortuella y en Miranda de Ebro.

Por último, el presidente de Sidenor dio por cerrada la venta del 75% de las acciones de Forging & Castings, ubicada en Reinosa y dedicada a la fabricación de grandes piezas de forja y fundición. Así, recordó que la «búsqueda de un socio» fue un compromiso anunciado ya en 2016 cuando adquirió Sidenor, «debido a que esta es una actividad alejada de los aceros especiales, en la que no nos sentimos capaces de garantizar una desarrollo comercial y tecnológico». El grupo NFL es ya el nuevo propietario de la empresa, al tiempo que Sidenor mantendrá en Reinosa una fábrica con un tren de la laminación.