IMQ, obligado a incorporar a 76 empleadas de limpieza por vulnerar sus derechos
La aseguradora tendrá que abonar una indemnización de 40.000 euros al sindicato ELA
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha dictado una sentencia demoledora en el ámbito laboral contra la compañía aseguradora vasca IMQ, a quien ... obliga a hacerse cargo y contratar a 79 empleadas de la limpieza que prestaban sus servicios en las clínicas Zorrozaurre y Virgen Blanca, ambas en la capital vizcaína. Aunque esas trabajadoras pertenecían hasta el pasado mes de diciembre a una contrata de limpiezas, Gizatzen, empresa filial de OHL, los jueces consideran que IMQ ha vulnerado derechos fundamentales de las trabajadoras –a la tutela jurídica, huelga y libertad sindical–, la sentencia obliga a la aseguradora a hacerse cargo de esta plantilla. En síntesis, el tribunal ha estimado que IMQ adoptó decisiones que provocaron el despido de esta plantilla como venganza por sus continuas reivindicaciones laborales.
Entre las consecuencias de la sentencia, además del pago de la totalidad de los salarios devengados desde el despido, figura la obligación de abonar una indemnización de 1.000 euros a cada una de las afectadas. En una derivada poco habitual, el Tribunal Superior también ha condenado a IMQ a pagar una indemnización de 40.000 euros al sindicato ELA, tras valorar que sus actuaciones perseguían además menoscabar el prestigio de esta organización en defensa de los intereses de sus afilados. IMQ buscaba, según la sentencia, «una quiebra de su credibilidad como de las facultades sindicales que le son inherentes».
Traspaso de trabajadores
ELA decidió recurrir a los tribunales después de que IMQ anunciase, a finales del pasado año, la rescisión del contrato de limpieza de sus clínicas con Gizatzen, firmado tres años antes. El argumento que esgrimió la compañía fue que deseaba «internalizar» el servicio y afrontarlo con personal propio. En esas circunstancias, además, IMQ esgrimió que no estaba obligada a subrogarse en la contratación del personal que había realizado esas tareas dentro de Gizatzen. Una subrogación que, sin embargo, es obligatoria cuando lo que se produce es un cambio de empresas contratistas.
El Tribunal ha decidido sobrevolar sobre esa cuestión, aunque admite que hay razones para la subrogación, para asumir la tesis defendida por ELA en el sentido de que la actuación de IMQ no era una mera decisión de gestión, sino la consecuencia de una cadena de reivindicaciones y huelgas protagonizadas por las trabajadoras.
Así, la sentencia estima que IMQ no ha justificado de forma suficiente las razones que le llevaron a 'internalizar' el servicio de limpieza. «De la prueba que nos presenta IMQ no deducimos la verdadera causa de que un sistema que funcionaba desde hacía tiempo se cambie», apunta el fallo judicial. «No sólo cronológicamente, por simultaneidad de las reclamaciones y de la decisión de extinguir la contrata, sino cualitativamente por el entorno de la entidad de las pretensiones, encontramos los indicios de la vulneración de los derechos fundamentales», recoge a sentencia para justificar la decisión.
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