Michelin prescindirá de 1.500 trabajadores en Alemania al cesar la producción en dos plantas
La medida, que se ejecutará de forma gradual hasta 2025, incluye también la reestructuración de una tercera factoría en territorio germano
Tiempos muy convulsos en Michelin. Si la multinacional francesa anunciaba la semana pasada un reajuste en su plantilla de Vitoria, que afectará a 150 trabajadores, este martes la empresa hizo pública una drástica reestructuración de tres de sus factorías en Alemania. Allí la firma ha decidido cesar gradualmente la producción en sus plantas de Karlsruhe y Trier, así como la producción de neumáticos nuevos y productos semiacabados en Homburg. La medida, cuyo desarrollo concluirá a finales de 2025, afecta de 1.410 trabajadores, a los que se unen otros 122 que desarrollaban su labor en el centro de atención al cliente del Karlsruhe, que será trasladado a Polonia.
La contundente medida obedece a varios factores según un comunicado oficial. Por un lado la entrada en el mercado de «los neumáticos 'low cost' para camiones procedentes de países asiáticos» y por otro «el aumento de los costes de producción en Alemania». Michelin asegura que se trata de «decisiones inevitables para hacer frente a estas tendencias a largo plazo». Un futuro que tanto en el país germano como «en las demás regiones del grupo, depende también, y «en particular», «del contexto y la demanda del mercado, la competitividad de las plantas y la calidad del diálogo entre la empresa y sus interlocutores sociales». «Solo juntos se puede lograr el mejor resultado y la mayor competitividad posibles. Esto ayudará a tomar decisiones responsables desde el punto de vista empresarial y de las personas», detalla una nota en la que Maria Röttger, directora de la región de Europa del Norte de Michelin, califica la decisión como «muy difícil y dolorosa de tomar».
El pasado viernes los responsables de la multinacional en Vitoria comunicaron a la plantilla su decisión de prescindir de 150 trabajadores de su equipo en las instalaciones de la capital alavesa (acompañado de otro recorte de 26 empleos en la planta guipuzcoana de Lasarte y de previsiones de producción bajas para las de Aranda y Valladolid). Un jarro de agua fría que llegó acompañado, además, de la paralización de inversiones por valor de 75 millones de euros.
Este pasado lunes los responsables de Michelin se reunieron con los miembros del comité de empresa, que trasladaron su inquietud y varias propuestas para evitar que las salidas sean traumáticas. CC OO y UGT entregaron una batería de peticiones entre las que figuran «un compromiso firme de que no se van a hacer más ajustes en lo que queda de este año ni a lo largo de 2024».
La lista incluye la puesta en marcha de medidas como el adelanto de la salida de los contratos de relevo «hasta donde permita la ley» o facilitar la movilidad geográfica de los empleados que lo soliciten. Ambas centrales sindicales hablan también de posibilitar la movilidad funcional, es decir, el traslado de trabajadores de unos talleres a otros.
«Intento de amedrentar»
Este martes ha sido ELA quien ha respondido a los planes de la firma para anunciar que «pondrá en marcha todas las herramientas sindicales y jurídicas para proteger los derechos fundamentales de la plantilla». El sindicato ha recordado que Michelin aún «no ha trasmitido cual será su posicionamiento» sobre el excedente de 150 personas en la planta de la Avenida del Cantábrico y ha advertido que «las causas presentadas para la modificación Sustancial de condiciones de trabajo no son reales».
«Tenemos claro que las causas aducidas para estos cambios en los sistemas de trabajo y el consiguiente excedente, que debería ser presentado en otro contexto no son realmente las expuestas, sino que son un castigo y un intento de amedrentar a una plantilla que decidió pelear por mejorar sus condiciones de trabajo los pasados meses», aseguran desde la central.
En los últimos meses la multinacional no ha ocultado la «pérdida de confianza» con la planta alavesa, tras el 'no' al convenio en junio y la posterior salida del Comité Intercentros, así como fenómenos ya recurrentes como el absentismo (superior al 20% en ocasiones) difícil de justificar ante la dirección del grupo. No obstante, este traumático anuncio para Vitoria (acompañado de otro recorte de 26 empleos en la planta guipuzcoana de Lasarte y de previsiones de producción bajas para las de Aranda y Valladolid) se argumenta desde la empresa con la caída de los pedidos.
