Mercedes encara hoy otra negociación vital mientras se mantienen las huelgas
ELA, LAB y ESK no desconvocan los tres días de paro de esta semana y el acuerdo se presume «complicado» pese a retirarse la 'sexta noche'
La retirada de la 'sexta noche' -el turno de trabajo en seis jornadas consecutivas con inicio en domingo-, es el principal elemento diferenciador de la ... reunión negociadora que hoy, a partir de las 9.30 horas, mantendrán los sindicatos con la dirección de la planta vitoriana de Mercedes-Benz. La empresa comunicó el pasado viernes que cedía. Que no iba a exigir en el futuro convenio la incorporación de esa medida de flexibilidad que ha encontrado un fuerte rechazo sindical. A cambio confía en poner fin a una cascada de huelgas -seis jornadas se acumulan y tres más están a la vuelta de la esquina- que ha frenado en seco la producción de más de 3.500 furgonetas.
Pero, a priori, no parece que vaya a ser suficiente. «O hay avances en el tema de la 'sexta noche' y el IPC o continuamos con las movilizaciones», subrayaba ayer el presidente del comité, Igor Gebara (ELA), quien indicó que «no sabemos nada» oficialmente sobre que «la empresa haya decidido desprenderse» de ese controvertida bloque laboral de seis días (identificado oficialmente como el 17º turno). Así que ELA, LAB y ESK, los tres sindicatos nacionalistas, mantienen, salvo sorpresa, su hoja de ruta: seguirán adelante con los paros mañana, el jueves y el viernes.
Los responsables de Mercedes-Benz sí trasladaron directamente a UGT, CC OO, Ekintza y PIM su paso atrás con 'la sexta noche'. La empresa aceptaba «las condiciones de la mayoría del comité para propiciar una negociación que fluya en la búsqueda de un acuerdo», aseguraba en la comunicación enviada a esa representación de la parte social.
La subida del IPC se erige, tras el fin de la 'sexta noche', como el principal elemento de discrepancia
Fractura sindical
Pero ayer nadie garantizaba el desbloqueo del conflicto. La fractura sindical es tal, que las expectativas son muy bajas, al menos a corto plazo. Hay otro factor en la disputa: la subida del IPC -con el dedo señalando a ese 6% de pérdida de poder adquisitivo por efecto de la inflación en 2021-, que se percibe como una suerte de línea roja de la compañía. Podría suplir a la 'sexta noche' como elemento clave de confrontación entre los trabajadores y la fábrica que dirige Emilio Titos. «La situación es muy complicada», se asegura desde esa mayoría sindical.
Acusaciones cruzadas de intentar torpedear la negociación; unas elecciones sindicales en ciernes (para el próximo noviembre); paros seguidos por el 95% de la plantilla -aun sin respaldo unánime de las siete organizaciones-; y el reproche de presiones sobre trabajadores que no quieren secundarlas dibujan un escenario de crispación que diluye el optimismo. ¿El riesgo? Que la bronca se enquiste durante meses.
El viceconsejero de Industria, Mikel Amundarain, que formó parte de la delegación del Gobierno vasco que viajó a Alemania la pasada semana, confiaba ayer en Radio Euskadi en que las partes consigan «lo antes posible» un acuerdo. Y añadía: «La conflictividad nunca es buena y menos aún en este caso». Una inversión de 1.200 millones de euros, el salvoconducto para el futuro de la planta vitoriana, está en juego.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión