El juzgado considera legal el blindaje de IMQ contra socios externos
La sentencia supone un respaldo a quienes desean mantener el control en manos de los médicos
El Juzgado mercantil número 1 de Bilbao cree que el blindaje que aprobó el anterior consejo de administración de la aseguradora IMQ, para blindar la ... sociedad frente a la hipotética entrada de socios externos, se ajusta a la legalidad de ahí que deben ser los propios accionistas quienes aborden su modificación. El fallo se ha producido como consecuencia de una demanda presentada por un médico y accionista de IMQ, que consideraba que la fórmula utilizada no se ajustaba a la legalidad. El juez, además, estima que el mencionado accionista no está legitimado para presentar la demanda.
El fallo afecta tan sólo a una de las dos vías de blindaje de los estatutos de IMQ, ya que el segundo se analizará en una vista que se celebrará el próximo jueves, un día después de que la aseguradora celebre su junta de accionistas. En este caso se trata de las 'prestaciones accesorias' que fueron aprobadas en IMQ grupo, el subholding de la sociedad, en la que únicamente hay dos accionistas y en una operación que se ocultó a la totalidad de los socios de IMQ. En la práctica impone que para ser socio de IMQ grupo es obligatorio ser médico o una sociedad que preste servicios a la compañía.
Este blindaje y el que se analizará el próximo jueves en otro juicio fueron aprobados en junio de 2019 por el consejo de administración de la Sociedad de Médicos, la cabecera del holding, poco después de comenzar los movimientos de socios para intentar obtener un precio de mercado por sus títulos. El mecanismo utilizado es extremadamente complejo, fruto de una ingeniería jurídica complicada, que se arbitró en un momento en que tanto el presidente del IMQ, Pedro Ensunza, como el director general, Miguel Ángel Lujua, argumentaron que existía el peligro de entrada de un fondo buitre en el accionariado.
Recientemente, el nuevo consejo de administración de IMQ, ya bajo la presidencia de Beatriz Astigarraga, intentó admitir la demanda al considerar también que aquel cambio de estatutos se realizó de forma irregular. En síntesis y tal y como declaró en el juzgado el representante de la sociedad, el actual consejo considera que aquella aprobación se consiguió mediante «un engaño» ligado a la presunta existencia de un fondo buitre que podía tomar el control de la sociedad. La decisión judicial, sin embargo, sostiene que el consejo de IMQ no puede tomar en solitario la decisión de anular el blindaje ya que hay otra parte implicada que no ha renunciado a él. En este caso se trata del Montepío, la entidad que gestiona el fondo de pensiones de algunos accionistas y de los empleados, ya que posee el 0,0001% de las acciones del grupo.
Victoria moral
La sentencia se produce cuando faltan apenas dos días para la celebración de la junta de accionistas de IMQ, en la que se deben analizar las propuestas del consejo -que supone el aumento de influencia de la aseguradora Adeslas- y de Ademi, la asociación que defiende que se mantenga el control en manos de los médicos. Lo cierto es que el resultado del procedimiento judicial se daba ya por descontado desde hace tiempo, aunque supone una victoria moral para quienes quieren defender el control en manos de los médicos, ya que independientemente del sentido del fallo cabe recurso y supone un proceso que tardaría años en resolverse de forma definitiva. En cualquier caso, fuentes de IMQ han señalado que el presidente del Montepío, José María Castaños, remitió recientemente una carta en la que señalaba que esta entidad respetará la decisión de la mayoría en la junta de accionistas. Con ello, interpretan, el Montepío accedería a los cambios en los estatutos que sean necesarios para que al opción elegida pueda desarrollarse sin más complicaciones.
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