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El consejero delegado de Ibermática, Juan Ignacio Sanz . Luis ángel gómez

Ibermática se queda sin accionistas vascos tras ser adquirida por la tecnológica Ayesa

Kutxabank sale de la firma, que mantendrá sus sedes en Gipuzkoa y Bizkaia, pero se integra en un grupo que aspira a ser líder nacional del sector

Miércoles, 24 de agosto 2022

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Ibermática, la compañía de servicios tecnológicos nacida en Gipuzkoa que se había convertido en una de las joyas empresariales de Euskadi, con beneficios que han crecido más del 50% en los dos últimos años, ha sido adquirida por Ayesa, empresa de origen andaluz que aspira a convertirse en líder nacional en servicios tecnológicos, almacenamiento de datos, servicios SAP, inteligencia artificial y ciberseguridad. La facturación de ambas compañías sumó el pasado año casi 600 millones de euros.

Ayesa, con presencia en 20 países de Europa, América, África y Asia, hizo público ayer el acuerdo por el que se hace con el 100% de las acciones de Ibermática. La adquisición, a la espera de las autorizaciones de Competencia, se materializará antes de fin de año sin que haya trascendido de momento el coste de la operación. Lo que sí han asegurado los nuevos propietarios es el compromiso de mantener la sede en San Sebastián, así como los planes de crecimiento de la plantilla, que actualmente asciende a 4.750 trabajadores. También continuará el actual consejero delegado, Juan Ignacio Sanz, que destacó ayer que la compra sirve para «dar un salto cualitativo al incorporarse a un sólido proyecto empresarial en expansión». Por su parte, la compañía vasca aportará 1.850 empleados en Euskadi, repartidos casi a partes iguales entre el parque donostiarra de Miramón y el parque tecnológico de Zamudio.

Arraigo

Ayesa cerró el acuerdo con ProA Capital, el fondo inversor que tenía la mayoría de Ibermática con un 61% del accionariado desde 2013. Ya en ese momento comenzó a resentirse el arraigo de la compañía en la que Kutxabank quedó como única referencia vasca, con el 15% de las acciones tras reducir su 47% inicial. Tanto la entidad surgida de las antiguas cajas de ahorro, como la ONCE, que también contaba con un 15%, y los directivos -9%-, venderán todos sus títulos dadas las vinculaciones que les atan en el Pacto de Socios y que les obligan a ello en este caso. La operación vuelve a poner en entredicho la pérdida de arraigo del capital vasco en empresas que nacieron en Euskadi, una circunstancia ya repetida en otras compañías relevantes y que aleja además los centros de decisión.

Precisamente, la compra de Ibermática está impulsada por el fondo A&M Capital Europe, que se hizo con más de la mitad de Ayesa el pasado octubre con el objetivo de dotar de recursos a la compañía andaluza de la familia Manzanares, para afrontar un proceso de crecimiento a través de compras. Es ahí donde se enmarca la operación que integrará a Ibermática, con una facturación de 276 millones de euros en 2021, y a Ayesa que presentó en ese mismo año una cifra de negocio de 322 millones de euros. El objetivo es construir un campeón nacional en un sector tecnológico al alza y de gran valor estratégico, ya que integra la gestión del 'big data' y la ciberseguridad. En el proceso no se descartan nuevas compras e integraciones para alcanzar ese objetivo.

Expansión y origen

El crecimiento de Ibermática ha sido exponencial hasta alcanzar el pasado año unos beneficios que se incrementaron un 54%, hasta los 11,3 millones de euros. Y es que la digitalización impulsada por la pandemia ha terminado por catapultar a la compañía vasca, que se había fijado el objetivo de alcanzar los 500 millones de euros de facturación en 2025, con un aumento de plantilla que llegaría a los 5.000 trabajadores. Un plan que pasaba por seguir comprando empresas, práctica que estaba haciendo habitual con dos adquisiciones anuales, como la última de El Arte de Medir (EAM), centrada en el análisis de datos o ITS, la compañía de ciberseguridad comprada en 2020.

Ibermática comenzó su andadura con una de las primeras calculadoras de San Sebastián. Un dispositivo gigante que se puso a disposición de las empresas en 1960 con una firma que respondía al nombre de Central Calculadora Electrónica. Posteriormente, en 1973, la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián junto a Telefónica desarrollaron esa empresa fundando Ibermática. Hoy es el proveedor de servicios que los ciudadanos utilizan con asiduidad, como la aplicación digital de Kutxabank, la solicitud de cita 'online' en Osakidetza o la implantación del sistema de facturación electrónica, Ticket Bai.

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