Las empresas vascas se juegan un negocio de 3.400 millones en el conflicto de Oriente Próximo
El petróleo, el gas y el transporte en tren son el grueso de la facturación de CAF, Talgo, Tubacex o Tubos Reunidos que, de momento, no se resiente
Evitar una escalada del conflicto que se expanda a países limítrofes de Israel y Cisjordania como el Líbano, Irán, Egipto o Jordania. Ese es el ... principal objetivo del cuarto viaje que inició el pasado domingo el secretario de Estado de EE UU, Anthony Blinken, a la zona. Y es que un contagio de la inestabilidad en el área afectaría a las fronteras de los principales productores de petróleo -como Irán o Arabia Saudí- y, como viene ocurriendo en las últimas semanas, al 11% del tráfico marítimo de todo el mundo, que transcurre por el Mar Rojo. Una vía que está siendo tensionada por los hutíes, el grupo insurgente de Yemen que ha levantado las alertas. De hecho, Michelin se ha visto obligada a paralizar su producción en su fábrica de Vitoria los próximos 20 y 21 de enero por la falta del caucho necesario para la fabricación de neumáticos.
Aunque el drama humano, que se ha cobrado más de 20.000 muertos en Gaza es la mayor pérdida del conflicto generado tras el ataque a Israel por el grupo terrorista Hamas el 7 de octubre, las empresas vascas tienen intereses en la zona por más de 3.400 millones de euros. Compañías como Tubacex o CAF, además, no solo tienen un mercado al que proveen de sus productos, sino que están actualmente desarrollando inversiones con plantas y trabajadores en la zona que el jefe de la diplomacia norteamericana, junto con el responsable de la de la UE, Josep Borrell, trata estos días de apaciguar.
Importaciones
1.025 millones de euros
importados desde Euskadi a los países de la zona, principalmente petróleo
Los negocios de las compañías vascas en la región tienen que ver con los recursos naturales de gas y petróleo que hacen tan vulnerable el equilibrio geopolítico de Oriente Próximo. Así, Tubacex logró en 2022 el mayor contrato de su historia, un total de 1.000 millones en Abu Dabi para la provisión de los tubos necesarios para la extracción de gas en el Golfo Pérsico. La actuación contempla, además, una inversión de 100 millones para la construcción de una planta allí, cuyos primeros pasos se dieron el pasado octubre. Fuentes de la compañía dirigida por Jesús Esmorís explicaron ayer a EL CORREO «que se mantiene el calendario para el final de año, así como ese pedido de 1.000 millones al que va unida».
En el mismo sector, el otro fabricante vasco, Tubos Reunidos, veía en el primer semestre del 2023 cómo se aumentaba la facturación en este área geográfica en un 174% hasta alcanzar los 11 millones. La compañía alavesa señala a este medio que «los planes siguen con normalidad, aunque sin duda con una situación mucho más volátil, que puede afectar a las decisiones de arranque de dichos proyectos».
El transporte ferroviario es otra de las oportunidades para las empresas vascas de un sector en el que ejercen un liderazgo internacional. Así, el fabricante nacional de alta velocidad, Talgo, sigue teniendo en Egipto una de las oportunidades de mayor crecimiento. Allí ha entregado ya 15 trenes Talgo 230 para rutas 'intercity' por los que facturará 158 millones de euros. Una vía que puede crecer hasta alcanzar los 100 trenes y los mil millones. De momento, los acuerdos con el operador egipcio se ciñen a declaraciones de intenciones. La compañía explicó ayer a este periódico que «todos los proyectos en la región se desarrollan con normalidad». La empresa presidida por Carlos de Palacio juega también en Arabia Saudí un papel fundamental en la ampliación del único proyecto de alta velocidad de la zona, entre Meca y Medina. De ahí que el fabricante «permanece muy atento a nuevas oportunidades», explican desde la empresa.
El otro actor ferroviario vasco es CAF. La compañía guipuzcoana de Beasain participa en un consorcio para el desarrollo del tranvía de Jerusalén que se adjudicó el proyecto por 1.000 millones, de los que la mitad serán para la empresa presidida por Andrés Arizkorreta. El desarrollo de las obras ha supuesto abrir instalaciones y trasladar a trabajadores a Israel. Según confirman fuentes de la empresa, los plazos de la actuación y la actividad se mantienen según lo previsto.
Euskadi, además, según los datos del Instituto Vasco de Estadística (Eustat) compró productos a los países de Oriente Próximo por valor de 1.025 millones. La mayoría fueron para adquirir productos energéticos. Las naciones con mayor protagonismo fueron Irak, con 500 millones, seguida de Arabia Saudí, con 130 millones, o Emiratos Árabes, con 105 millones.
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