Las empresas vascas extreman la seguridad para evitar los contagios

«Los trabajadores hemos venido con la lógica incertidumbre debido al aumento de casos de Covid-19 en Euskadi; de momento el arranque está siendo normal, sin incidencias. A ver cómo se desarrollan los primeros días, esperemos que no haya muchos contagios», comentó ayer el presidente del comité de empresa de Mercedes Benz Vitoria, Igor Guevara, con 5.000 empleados la principal empresa vasca.

La misma normalidad expectante confirmaron en Irizar, Tubacex, Tubos Reunidos, Sidenor o CAF, empresas todas ellas que retornan con normalidad, aplicando los protocolos de seguridad que ya se diseñaron en primavera. La industria vasca, en general, apenas ha dejado de funcionar.

El regreso no afecta sólo a los puestos manufactureros; también se incorpora el personal de oficinas, que desde marzo trabajaba en remoto. Unos pocos llegan con jornadas presenciales completas, y la mayoría combina oficina con teletrabajo.

Las empresas aplican de forma muy estricta el control de aforos en plantas, ascensores, salas de reuniones o pasillos. Prácticamente antes de abrir cada puerta hay que leer un cartel que indica cómo manejarse dentro.

En el caso de Euskaltel, su directora de recursos humanos, Berta Álvarez, explica que si alguna persona supera los 37 grados, «no podrá acceder y tendrá que ponerse en contacto con el servicio médico de la empresa para analizar el caso y aplicar el protocolo previsto». El operador de telecomunicaciones no ha dejado de trabajar ni un minuto y, además, ha visto multiplicarse exponencialmente la demanda de sus servicios. Hasta ahora todo lo ha hecho en remoto -salvo excepciones-. Pero a partir del día 7 regresan a las oficinas sus 580 trabajadores, tanto en Euskadi (330 personas) como en Asturias y Galicia. Lo harán bajo un estricto sistema de prevención y blindaje del funcionamiento de la empresa ante casos de contagios. «En cada departamento se han configurado diferentes grupos, que no se mezclan entre sí. Cada grupo acude en semanas alternas a la oficina, el otro teletrabaja y los viernes toda la organización teletrabaja. Si alguien se contagia, todo su grupo se quedaría en teletrabajo y se desinfectarán las oficinas».

En un centro tecnológico siempre se extreman las medidas higiénicas, existe flexibilidad horaria y posibilidad de teletrabajar. Con el Covid-19, Tecnalia lo ha aplicado mucho más. Ha reforzado los sistemas de limpieza y ventilación, pero además cada trabajador debe desinfectar su zona al terminar la jornada.

En el fabricante de autobuses Irizar, el personal de oficinas regresa esta semana y la próxima, el de fábrica. «Somos muy rigurosos con las medidas de seguridad interna y también externa. Hemos reducido al mínimo los viajes y reuniones, optando por internet y videoconferencias», indican.