Adeslas podrá tomar el control del IMQ a final de año

La junta celebrada este martes ha zanjado la última etapa en el desmontaje de las trabas que existían y que se habían construido para proteger a IMQ de la llegada de accionistas externos. Sin embargo, el hecho de que casi el 50% de los actuales socios sean ya pensionistas y no ejerzan la medicina, ha sido determinante. La presión para vender y también para hacerlo «al mejor postor» –los estatutos lo impedían hasta ahora– ha sido creciente.

Aunque no existen datos definitivos, fuentes cercanas al IMQ sostienen que la venta de acciones será masiva en la primera 'ventana'. Una opción que se materializará previsiblemente en la recta final del año, después de que cada uno de los accionistas reciba una oferta individualizada por parte de SegurCaixa Adeslas. La compañía, propiedad de Caixa y Mutua Madrileña, ha ofrecido 255.000 euros por cada paquete de 1.000 acciones, el mínimo exigido hasta ahora para pertenecer al cuadro médico de IMQ. Si esa estimación se cumple, Adelas estaría en disposición de arrancar 2023 con la compañía vasca bajo su control. Un detalle nada menor, ya que el primer objetivo de esa aseguradora es poder consolidar las cifras de IMQ dentro de su grupo, para lo que necesita tener al menos el 50% o un control efectivo de la empresa. En su papel de líderes del sector, la consolidación de IMQ le permitirá marcar aún una mayor distancia con sus inmediatos competidores, Sanitas.

El colectivo de médicos que se opuso a la venta, agrupados en la asociación Ademi, lanzó hace ya meses un mensaje al conjunto de los accionistas de IMQ para que, al menos, retengan en su poder el 20% de las acciones. Ese porcentaje es el que permitiría bloquear hipotéticas decisiones «estratégicas», como un trasladado de la sede social fuera del País Vasco o la venta de la Clínica Zorrozaurre. El acuerdo alcanzado por IMQ y el cambio de estatutos aprobado este martes, precisamente, facilitan que pueda permanecer una parte del capital social en manos de los médicos. Para ello, se ha rebajado hasta 200 el número mínimo de títulos que debe retener un accionista, un esquema que, aseguran fuentes de la compañía, puede permitir que vendan una parte de sus acciones y conserven el resto. Adeslas se ha comprometido a una 'segunda ventana' de compra de acciones, dentro de tres años y con el compromiso de mantener el precio.