El empleo temporal crece en Euskadi pese al récord histórico de contratos indefinidos
Entre las causas de esta paradoja figuran el creciente flujo de salida de jubilados con puesto fijo y la alta eventualidad en el sector público
Euskadi se dispone a alcanzar este año un récord histórico de contratos indefinidos firmados. Con toda probabilidad se llegará a la cota de los 90. ... 000, lo nunca visto. Sin embargo, este hito tan positivo contrasta con una creciente tasa de temporalidad. Es decir, si se analiza el porcentaje de trabajadores fijos y eventuales que hay en el mercado laboral vasco, se observa que los primeros, los estables, han bajado del 77% al 68% en la última década, mientras que los precarios han aumentado desde el 20% al 31%. ¿Cómo se explica esta paradoja? ¿Por qué si se firman tantos contratos indefinidos aumenta la proporción de temporales en el saldo final?
Primero los datos y luego las causas. Vaya por delante que cuando se habla de contratación es el flujo que entra cada año mientras que, cuando se habla de la estructura del mercado laboral, se refiere a cómo está la 'piscina' del empleo en Euskadi.
Lo normal es que en un ejercicio se firmen muchísimos contratos temporales (una misma persona puede firmar diez o veinte) y unos pocos indefinidos, en una proporción del 90%-10% más o menos. Al revés, en la 'piscina' del mercado laboral predominan los asalariados fijos frente a los eventuales, en una proporción del 70%-30%.
Lo que está pasando es que está aumentando de manera espectacular la firma de contratos indefinidos pero, por diferentes razones, esta buena evolución no está consiguiendo en absoluto bajar la temporalidad, sino todo lo contrario.
En relación a la contratación, los indefinidos firmados entre enero y noviembre suman 82.430, un 21% más que en igual periodo del año anterior y una cifra que ya supera con holgura el total de 2017. En cambio, los eventuales apenas han aumentado un 3,6%, hasta los 844.882.
El doble que en 2013
La proporción, por tanto, se sitúa en 8,9 indefinidos por cada 100, que puede parecer muy poco, pero implica una significativa mejora desde el 7,7% de igual periodo del año anterior.
Lo más impresionante, sin embargo, es que los 90.000 contratos indefinidos que se van a sellar este año doblan la cifra de 44.600 firmados en 2013, cuando empezó la recuperación del empleo tras el golpe de la crisis.
Eso por el lado de la contratación. ¿Qué está pasando en la 'piscina' del mercado laboral? Pues si se atiende a la encuesta del Eustat (la PRA), el porcentaje de asalariados con contrato temporal no ha parado de crecer. En el tercer trimestre de este año se ha disparado al 31,1%, frente al 23% de 2013. Es decir, en este lustro de recuperación del empleo la eventualidad sube en ocho puntos.
En términos absolutos, los datos de la PRA no coinciden con los de la afiliación a la Seguridad Social, pero la tendencia que evidencian ambas fuentes es exactamente la misma: crece la temporalidad en el mercado laboral vasco. Según la encuesta elaborada por el Eustat, al cierre de septiembre había en Euskadi 513.600 trabajadores con contrato indefinido y 234.900 temporales.
Ahora las posibles explicaciones de la paradoja. Patronal y sindicatos coinciden en que el motivo principal es que, debido al envejecimiento de la población, se incrementa cada vez más el volumen de trabajadores que se jubilan y prácticamente todos los que se van tenían un contrato indefinido. El flujo de entrada es mucho más reducido y, además, la mayoría de jóvenes se incorpora al mundo del trabajo con contratos temporales.
Pero hay otros motivos, aunque a la hora de identificarlos ya no hay consenso entre empresarios y trabajadores. Los sindicatos hacen hincapié en la peor calidad de los nuevos contratos indefinidos y recuerdan que con la reforma laboral se abarató el despido. De hecho, se han hecho estudios en España que apuntan a que en torno a un 33% de los contratos indefinidos firmados en 2017 causaron baja ese mismo año. Es decir, que ni siquiera sobrevivieron el ejercicio, lo que echa por tierra esa idea de que un contrato fijo es empleo para toda la vida. El Consejo vasco de Relaciones Laborales (CRL) ya alertó en julio de este fenómeno y prometió investigarlo.
En este sentido, las críticas sindicales se centran en el contrato de apoyo a emprendedores, que permite despedir al trabajador tras un año de prueba sin pagarle indemnización alguna y que proporciona al empresario importantes bonificaciones e incentivos fiscales.
Por el lado de la patronal se apunta a que la temporalidad está bajando en el sector privado y que la culpa de que esté creciendo en el conjunto del País Vasco la tiene el sector público, donde la tasa de eventuales está disparada. A continuación se detallan algunas de estos motivos expuestos:
Crecen las jubilaciones
Más del 90% de los que se van eran fijos
Pasada una cierta edad, la inmensa mayoría de trabajadores disfruta de un contrato indefinido mientras que, al contrario, los jóvenes entran al mercado laboral con un contrato temporal. Eso no es nada novedoso. Ha sido siempre así. Lo que está cambiando es el volumen de los que se van frente a los que entran como consecuencia del envejecimiento de la población. Es decir, está aumentando el flujo de salida y descendiendo el de entrada. «Es que en nada se va a empezar a jubilar la generación del 'baby boom'. El 90% de los mayores de 60 años es fijo y esos son los que están abandonando el mercado laboral en masa», explica Pablo Martín, analista del departamento económico y fiscal de Confebask. En la actualidad se jubilan al año unos 21.000 vascos pero está cifra no recoge a todos los que se retiran del mercado de trabajo.
Contrato de emprendedores
Una tapadera para «introducir precariedad»
Las estadísticas apuntan a que los contratos indefinidos duran cada vez menos, algo en lo que puede haber influido el abaratamiento del despido. Aunque los sindicatos culpan especialmente de ello al abuso en el contrato de apoyo a emprendedores, que permite despedir al trabajador gratis tras un año de prueba y cuenta con bonificaciones durante tres años. «En Euskadi también tiene incidencia. Suponen el 24% de todos los contratos indefinidos firmados, sin contar con las conversiones de temporales a fijos», apunta Raúl Arza, secretario general de UGT-Euskadi. En concreto, entre enero y octubre se firmaron 11.500, el 24% de los indefinidos iniciales y el 15% del total, incluidas las conversiones. El Gobierno Sánchez, nada más llegar al poder, prometió derogar esta modalidad. Así lo anunció a bombo y platillo en julio la secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, que denunció que el contrato de marras estaba «introduciendo precariedad». Pero el Ejecutivo todavía no lo ha eliminado. «Aún no hay fecha para su supresión. Es un asunto que está sobre la mesa de diálogo social», señalaron el viernes a EL CORREO fuentes del Ministerio de Empleo.
Diferencias por ámbitos
La temporalidad es mucho mayor en el sector público
En Confebask apuntan en otra dirección en la búsqueda de las causas de la creciente temporalidad: el sector público. «En ese ámbito no solo la tasa de eventuales es mucho mayor que en el sector privado, sino que está empeorando en los últimos años», explica Pablo Martín, mientras muestra las gráficas de la EPA que así lo atestiguan.
Efectivamente, de acuerdo con la encuesta del INE la temporalidad en el sector público se ha disparado hasta el 34,8% desde el 26% que registraba en 2013, cuando se inició la recuperación. «La tasa en Euskadi en este ámbito es mucho mayor que en el conjunto de España», señala el analista de la patronal.
En cambio, añade, la temporalidad en el sector privado ha subido mucho menos, del 19,6% de 2013 al 23,6%. Y, además, «la tasa es menor que la media nacional».
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El 33% de los fijos no supera el año
No hay todavía estudios sobre la pérdida de calidad de los contratos indefinidos en Euskadi. Sí los hay para el conjunto de España y lo que muestran es preocupante: el 33% de los firmados en 2017 causaron baja durante el año, es decir, ni siquiera sobrevivieron un ejercicio. El informe es de la Cumbre Social Estatal, integrada por 120 organizaciones sindicales y sociales. Su conclusión es demoledora. «Nunca antes se habían firmado tantos contratos indefinidos que finalicen a los pocos meses y no sirvan para consolidar empleo estable y de calidad».
Otro estudio pinta un panorama todavía más negro porque eleva hasta el 37% el porcentaje de contratos indefinidos que se extinguen antes de superar los doce meses. Los autores son los expertos Forentino Felgueroso y Marcel Jansen, que publicaron sus averiguaciones en el blog económico 'Nada es gratis'. Para su investigación siguieron la evolución de todos los contratos indefinidos que se iniciaron entre enero de 2014 y marzo de 2016.
Una de las conclusiones que extraen es que el 60% de esas bajas tempranas en el empleo indefinido fueron por motivo de despido. Encajaría, por tanto, con la denuncia sindical del efecto negativo que ha tenido el abaratamiento de la indemnización para prescindir de un trabajador, introducido en la reforma laboral de 2012.
Otro hecho que destacan los autores es que «las tasas de supervivencia de los contratos indefinidos crecen con la antigüedad», hasta llegar al 90% en los trabajadores con más de tres años en la empresa.
Los investigadores, sin embargo, evitan 'mojarse' sobre las causas que están detrás de la escasa duración de una parte importante de los contratos indefinidos. «Deben estudiarse con rigurosidad», alegan, aunque aventuran algunas: «Pueden afectar desde aquellas vinculadas con la normativa contractual actual o los incentivos a la contratación, hasta las que puedan basarse en que las empresas no encuentran a los candidatos adecuados en el actual contexto de cambio tecnológico».
Conversiones forzadas por la Inspección
En los contratos indefinidos hay que distinguir entre los llamados ordinarios y los que son fruto de la conversión de temporales a fijos. Una parte de estos últimos, en torno al 18%, viene forzada por la Inspección de Trabajo, que en los últimos años ha intensificado sus campañas para desmantelar el fraude en el mercado laboral.
En concreto, las acciones del Gobierno vasco y del central han obligado a regularizar este año la situación de 5.100 trabajadores que tenían un contrato temporal cuando debía de ser fijo. La cifra supone cerca del 18% de las conversiones realizadas entre enero y octubre, que suman cerca de 27.000. Las transformaciones de temporales a fijos representan un 36% de la contratación indefinida.
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