Ejemplos de suministros básicos
Mascarillas
Fabricación de máquinas a contrarreloj
El ejemplo más notorio de retorno de producción es el de la firma Bexen Medical, marca bajo la que opera la cooperativa guipuzcoana Oiarso, que ... tiene su sede en Hernani. Esta compañía tiene un amplio bagaje en la fabricación de equipos hospitalarios de un sólo uso, pero no producía mascarillas. Con la llegada de la pandemia, el viernes 13 de marzo el director gerente de Bexen, Carlos Arsuaga, recibe la llamada de la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, María Jesús Lamas, que le pide ver si pueden suministrar mascarillas. Esta cooperativa decide asumir el desafío y producir mascarillas quirúrgicas de mayor protección (2R, de tres capas) y encarga a Mondragon Asembly la construcción de 4 máquinas para la fabricación de mascarillas, tres para Bexen Medical y la otra para el Ministerio de Defensa.
Cada máquina supone un desembolso de unos 400.000 euros y se han fabricado en la planta china de Mondragon Asembly. Esta semana han llegado a España y pronto empezarán a funcionar. Bexem estima que con cuatro turnos de trabajo podrán producir 10 millones de mascarillas al mes.
Cables
«Casi todo lleva una pieza básica hecha en China»
Si falta algo tan sencillo como un cable de alimentación, ya sea para cargar un móvil, enchufar una nevera, conectar el televisor..., de poco sirve toda la ultramoderna tecnología que tenga el dispositivo o el valor añadido que incorpore.
Un directivo de una empresa de componentes para el sector de electrodomésticos explica que «casi cualquier cosa lleva una pieza básica fabricada en China o en Europa del Este, y si no te llega no puedes fabricar tu producto y te quedas fuera del mercado». Pero al mismo tiempo señala que «cambiar de proveedor es muy complicado. Los grandes fabricantes tienen procesos de homologaciones muy específicos y si cambias un proveedor, aunque sea de un sólo componente, la homologación que tienes que volver a hacer te puede llevar varios meses. Por ejemplo, si cambias el cable de alimentación de una lavadora, tienes que homologar ese cable y después de nuevo toda la lavadora». Advierte que la logística mundial ha quedado tocada y que se están disparando los costes de transporte.
Guantes
Precios que se multiplican por diez en días
La mayoría de los guantes higiénicos y desechables que utilizan los profesionales de Osakidetza o de los centros de salud y belleza del País Vasco no se fabrican aquí, ni tan siquiera en Europa. Principalmente provienen de países como Malasia, China y Vietnam. Sólo Osakidetza puede llegar a consumir al año cerca de 60 millones de guantes desechables.
Uno de los principales importadores de este tipo de materiales higiénicos de un sólo uso es la firma vizcaína Celulosas Vascas. No son meros comercializadores, sino que someten a los productos a procesos de certificaciones de calidad en laboratorio que los hagan homologables.
Al desencadenarse la pandemia, según relataba uno de sus fundadores, Javier Izaola, «en marzo la situación fue un drama, nos llamaban hospitales de Andalucía, Cataluña, etc. con necesidades urgentes y no era posible atenderlos». La demanda internacional provocó que se disparasen los precios en origen. Antes del Covid-19 el coste en origen de una mascarillas era de 0,024 euros unidad y poco después las fábricas chinas pedían por lo mismo 0,28 euros.
Test Covid-19
La UPV desarrolla una prueba rápida
Una de las grandes debilidades de España frente a la pandemia del Covid-19 ha sido la falta de pruebas PCR de diagnóstico, lo que ha dificultado cortar su propagación. Comprar los tests en el exterior, principalmente en China, no ha estado exento de problemas de suministro e incluso polémicas sobre la calidad del producto recibido.
Desde numerosas empresas y laboratorios se ha trabajado contrarreloj en el diseño de pruebas de diagnóstico. Y como la necesidad agudiza el ingenio, en esta ocasión ha tenido éxito un grupo de científicos de la Universidad del País Vasco que han conseguido desarrollar en tiempo récord un test de diagnóstico, con posibilidad de producción local rápida y a un precio bastante asequible (15 euros por paciente) y cuyos resultados se obtienen en sólo 4 horas.
En el proyecto coordinado por el bioquímico Ugo Mayor, han participado 55 investigadores. Mayor recalca que este sistema -capaz de hacer 10.000 pruebas diarias- «permitiría al sistema vasco de salud no depender de los 'kits' comerciales, más caros y sobre los que en cualquier momento puede haber rotura de 'stock'».
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