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La economía vasca aguanta, pero teme que se prolongue el frenazo por la crisis del diésel

La economía vasca aguanta, pero teme que se prolongue el frenazo por la crisis del diésel

El Gobierno vasco prevé que este 2019 se siga creando empleo neto

CARMEN LARRAKOETXEA

Miércoles, 30 de enero 2019, 11:06

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La economía vasca se ha desacelerado en la medida de lo esperado, pero ha conseguido aguantar y cerrar el ejercicio 2018 con un crecimiento de su Producto Interior Bruto (PIB) de un 2,8%, ritmo aún intenso, según ha constatado el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, tras difundirse el Avance de Cuentas Trimestrales que elabora el Eustat. Entre los «nubarrones e incertidumbres» que acechan sobre la economía vasca, Azpiazu destaca el frenazo que el año pasado padeció el sector de automoción por la polémica y las nuevas normativas sobre diésel y emisiones, descenso de actividad que se puede prolongar este año.

«En el momento de mejores expectativas de producción» para el sector de automoción, y en especial para la planta de Mercedes Benz de Vitoria, «se produjo lo del diésel y comenzaron las paradas de producción», ha constatado el consejero, para recordar que en el primer trimestre hay previstas nuevas paradas productivas en Mercedes.

El reflejo estadístico de esta rebaja productiva se constata en que el crecimiento del PIB en el cuarto trimestre de 2018 fue del 2,4% (frente al 3,1% del primero, al 2,9% del segundo y al 2,6% del tercer trimestre).

De cara al 2019, el consejero de hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, estima que el tema diésel volverá a penalizar a la industria vasca en 2019, aunque por el momento mantiene la previsión de un crecimiento del 2,3% para el conjunto de la economía. Sin embargo, no ocultó su preocupación por «la lenta adaptación de las empresas de automoción a la nueva normativas de emisiones, que afecta a grandes empresas vascas». El consejero llamó la atención de que esta incertidumbre no afecta sólo a la producción de la factoría alavesa Mercedes, sino que empieza a penalizar a toda la cadena de producción, a aguas abajo, a los proveedores de componentes de primer y segundo nivel, donde Euskadi tiene un importante peso industrial, especialmente en Bizkaia.

El consejero de Hacienda coincide con las manifestaciones que en su día hizo la titular de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, criticando las declaraciones de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, sentenciando al diésel, indicando que si se hubieran «transmitido de otra manera estos impactos habrían sido menores».

A pesar del nubarrón del sector de automoción, Azpiazu quiso dejar claro que el contexto que vive el resto de la industria vasca es diferente y la desaceleración es más suave, aunque también no se debe perder de vista el menor crecimiento de los mercados de exportación vascos, donde destacan Alemania, Francia e Inglaterra, que arrastran sus propias tendencias de menores crecimientos.

En este contexto, también recordaron que baja la intensidad de los vientos de cola que han beneficiado a la economía vasca -que en los últimos tres años estaba creciendo a ritmos superiores a un 3%- al entran los nubarrones de las guerras comerciales internacionales, la desaceleración de la economía china, el fin de las políticas monetarias europeas y la incertidumbre existente ante un Bréxit duro.

A pesar de todo, insistió en que Euskadi registra un crecimiento «más suave, pero sólido», además de equilibrado, ya que también están tirando al alza la construcción los servicios y el sector primario, mientras que el sector público muestra un contexto de equilibrio presupuestario. De ahí que la previsión de alza del PIB para el conjunto del ejercicio 2019 se fije en el 2,3%.

Se mantiene la creación de empleo

A pesar de la desaceleración de la economía vasca, el dinamismo del empleo se ha mantenido un buen ritmo lo que se ha traducido el año pasado en un aumento del 1,9% (una décima más de lo previsto), lo que ha implicado la creación de 19.000 puesto de trabajo (en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo).

De cara a este nuevo año la previsión del ejecutivo es que se siga creando empleo neto, lo que en palabras del consejero Azpiazu «aumentan las probabilidades de que el ciclo expansivo continúe, dentro de ese perfil de suave desaceleración que se anticipa en el escenario macroeconómico».

Asimismo, el Gobierno muestra su satisfacción porque finalmente el crecimiento económico se ha trasladado a los salarios, ya que los convenios suscritos hasta noviembre de 2018 incluyen ya una subida salarial media del 2,2% y para el conjunto de los vigentes de algo más del 1%.

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