Sede central de Aernnova en el Parque Tecnológico de Miñano, en Álava. Igor Martín

Las dificultades de la industria hunden un 14% el pago fiscal de las empresas vascas

La recaudación del Impuesto de Sociedades caerá este año 250 millones, el mayor descenso desde la crisis financiera de 2008

Jueves, 16 de octubre 2025, 00:06

Euskadi es la sociedad más industrial y exportadora de España. Una ventaja que ha permitido generar unos salarios más altos y también más recaudación. Pero ... el frenazo que atraviesa su principal comprador, Europa, y el impacto de la crisis arancelaria están lanzando una pregunta: ¿Hasta cuándo podrá aguantar la economía vasca?

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En este 2025, el IRPF, subirá un 13,4% con 7.914 millones, por un 10,1% el IVA con 7.574 millones. Pero la cara que ofrece el Impuesto de Sociedades hace saltar las alarmas con una caída del 14,31% y 1.491 millones. Son 250 menos de los que recaudó el año pasado y el mayor frenazo en más de una década. Quitando el año excepcional del covid, hay que irse a 2008, en plena crisis financiera, para ver un varapalo mayor.

La patronal vizcaína, Cebek, ya lo advirtió la semana pasada. «Hay síntomas de pesimismo», explicó su presidente, Guillermo Buces, en la presentación de la 'Encuesta sobre las Perspectivas Empresariales en Bizkaia'. El 30% de las empresas manifestó que sus ventas serán menores de lo previsto. En el caso del sector industrial la cifra es mayor, un 39%. Es una situación que destacó este lunes en el Consejo Vasco de Finanzas, el diputado general de Álava, Ramiro González, que reconoció «una contracción en los beneficios empresariales» y defendió «estar cerca de las empresas».

Los casos de dificultades no faltan. En lo que llevamos de año importantes centros de producción, como el de Bridgestone en Basauri han anunciado despidos. La planta vizcaína terminó pactando con la plantilla la salida de 232 personas. Otra compañía con dificultades que han terminado en cierre ha sido el de la alavesa Guardian, en Llodio. El histórico fabricante de vidrio cerró el pasado enero despidiendo a 171 trabajadores. En la misma comarca, Maderas de Llodio ha planteado un expediente de extinción de empleo que afecta al 25% de su plantilla. Otra compañía con problemas fue Metal Group, con 349 empleados, que se vió obligada a someterse a un proceso concursal tras unas deudas de más de 30 millones a las que no podía hacer frente. La empresa, eso sí, salvó el empleo y la actividad tras ser adquirida por el fondo suizo Meteorix.

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Las dificultades no están esquivando tampoco a los gigantes industriales vascos que, además, hacen de tractor para una importante cadena de proveedores. La planta de Michelin, en Vitoria, que emplea a más de 2.500 personas, se ha visto obligada a recurrir a mecanismos de flexibilidad por la baja producción. Lo mismo ha ocurrido en la factoría más grande de Euskadi con 5.000 empleados, Mercedes, que acusó una caída de beneficios del 71% por la caída de la demanda. Otras enseñas de la industria vasca, como Aernnova, tienen problemas para generar beneficios, aunque haya elevado las ventas. La aeronáutica alavesa ha cerrado dos años de pérdidas y acumula una deuda de más de 600 millones que han llevado a sus accionistas a plantear un nuevo plan estratégico anunciado a la vez que la decisión de su consejero delegado, Ricardo Chocarro, de abandonar la firma.

Tubos Reunidos se ha encontrado con el problema de los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos y anunció la semana pasada la suspensión de actividades en la planta que tiene en Texas. El fabricante alavés registró unas pérdidas de 28,4 millones de euros, frente a las ganancias de 40,6 millones del año anterior en el primer semestre.

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En Gipuzkoa tampoco han faltado casos, la histórica Astilleros Balenciaga sigue pendiente de un hilo y del grupo árabe Abu Dhabi Ports para asegurar su futuro. En Gipuzkoa también, el conglomerado Ternua se ha visto obligado a entrar en concurso de acreedores para dar salida a sus actividades y plantillas.

Cambio de dinámica

Diputaciones y Gobierno vasco sí confían en que, aunque la economía siga estando afectada en 2026, la dinámica de las ventas de las empresas salgan de esa tendencia negativa. Así, en las previsiones de recaudación para el año que viene que acordaron en el Consejo Vasco de Finanzas de esta semana, se establece para el año que viene un leve avance de 53 millones en el Impuesto de Sociedades. Un aumento del 3,89% hasta llegar a los 1.549 millones.

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