El desplome de los fabricantes europeos de coches amenaza a la automoción vasca
Los mayores grupos automovilísticos del continente sufren una caída generalizada en sus beneficios a raíz de los aranceles de Trump
Los grandes grupos automovilísticos europeos han cerrado un primer semestre para el olvido. A la grave crisis estructural que arrastraba el sector por la competencia ... china, la transición hacia el eléctrico o las exigentes normativas de emisiones se le sumó el 'factor Trump' a finales de marzo, cuando el presidente estadounidense anunció unos aranceles del 25% a todos los coches fabricados fuera de EE UU.
Una serie de factores que ha generado una oleada de resultados negativos entre los grandes fabricantes europeos. El último en cristalizar el efecto de la crisis fue Volkswagen, que ayer publicó que su beneficio semestral cayó un 36,6% hasta los 4.005 millones. No fueron mejores los resultados presentados por Stellantis el lunes, el otro gran conglomerado del continente, que arrojaron pérdidas de 2.300 millones en ese periodo.
La grave crisis de ambos no es más que el vivo reflejo de la complicada situación del sector en su conjunto, siendo una de las grandes piedras angulares de la economía del continente. También lo es así en el caso de Euskadi, ya que la automoción genera más de una décima parte del PIB del territorio. El País Vasco cuenta con 300 grandes empresas y 48 multinacionales, y hay alrededor de 40.000 personas trabajando para esta industria netamente exportadora.
Caída de producción y empleo
El impacto ya se ha hecho notar en Mercedes Vitoria, que por sí sola genera el 5% del PIB vasco. En 2024 salieron 120.355 unidades de su planta, un 24% menos que el año anterior y las previsiones que maneja la marca alemana para este año son aún menos alentadoras.
Otro claro ejemplo es el despido del 40% de la plantilla de Bridgestone en Basauri que anunció la compañía de neumáticos a principios de abril. Otro caso es el de Metalgroup, fabricante vizcaíno de componentes que se declaró en concurso de acreedores en mayo.
Las previsiones para la industria de componentes tampoco son halagüeñas. Euskadi produce la mitad de los componentes que se fabrican en España -mediante compañías como Gestamp y CIE Automotive-, y la producción nacional de automóviles bajó un 8,4% durante el primer semestre hasta las 1.220.595 unidades, lo que significa que se han dejado de fabricar 111.601, según datos de Anfac, la patronal de los fabricantes. Además, aunque estas empresas vascas no se vean afectadas de manera tan directa por los aranceles de Trump, sí que se ven indirectamente impactadas por el efecto de los gravámenes en países como Alemania o Francia, tractores de la demanda, que están experimentando un debilitamiento de la demanda interna.
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