«Debemos estar en los círculos de poder»

«Son datos alarmantes que llevan estancados desde hace décadas. Subimos muy poco a poco», se queja Isabel Iturbe, presidenta de la AED. La también máxima mandataria del Bilbao Basket advierte de que los puestos directivos que ocupan las mujeres «suelen ser las 'marías'. Es decir, Recursos Humanos, Marketing… Pero en los puestos de decisión siguen siendo mayoría los hombres. Por eso tenemos que ir ascendiendo a esos círculos de poder».

La asociación que preside reconoce cada año, con el Premio Empresarial AED, la labor de tres empresarias y directivas «que visibilizan» la labor de las mujeres en un mundo aún dominado por los hombres. Este 2021 ha querido poner el acento, además, en aquellos sectores especialmente masculinizados, como el industrial. De ahí los premios a Nuria Huidobro, gerente de Huidobro Plásticos, y a Marta Areizaga, patrona de la Fundación Tubacex. También ha sido galardonada Patricia Arias, directora territorial de Banco Santander en el País Vasco.

Nuria Huidobro es gerente de una pequeña fábrica del sector químico ubicada en Zamudio, con 20 trabajadores y una facturación anual de tres millones de euros. No es habitual ver a una mujer a los mandos de una empresa y mucho menos de carácter industrial. Su caso, admite, encierra ciertas particularidades. Huidobro Plásticos -antes Huiplax- fue fundada por su padre, Eduardo, hace 51 años. Un hombre sin formación académica que, primero junto a su hermano Luis y luego en solitario, «montó dos empresas desde cero». Por eso su hija Nuria tiene grabada a fuego la idea de que «ya seas chico o chica, puedes hacer y conseguir lo que quieras en la vida».

No es el único referente que ha hallado dentro de la familia: antes que a ella, el padre cedió los mandos de la empresa a su hermana, «que muy probablemente me haya allanado el camino porque me ha hecho ver de lo que soy capaz». Su condición de mujer «no ha supuesto ninguna barrera, pese a estar en una actividad muy masculinizada».

«En el sector de la dirección casi todos son hombres, así que he tenido que tratar con clientes y proveedores que en su gran mayoría son del género masculino», recuerda. Admite además que los hombres, aunque con excepciones, «están cambiando mucho y pueden tratar con una mujer y tenerla enfrente».

Huidobro reconoce que cuando le notificaron que era una de las tres ejecutivas premiadas por la AED, «me empezó a temblar todo el cuerpo. Para mí ha sido un subidón, porque siempre crees que hay otras mujeres que lo merecen más que tú».

Su larga trayectoria en materia de responsabilidad social y sostenibilidad llamó la atención de Tubacex, que la fichó hace casi siete años para su dirigir su Fundación. «Tengo la fortuna de formar parte de un órgano de gobierno de una gran empresa que está muy comprometida con las directrices de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que habla de la presencia para 2022 de un 40% de mujeres en consejos de administración», dice Marta Areizaga.

Cree que ese mayor protagonismo de la mujer en el mundo empresarial se ha de sustentar en tres pilares. En primer lugar, la formación en los asuntos más demandados por la empresa. Después, las mujeres necesitan un «contexto social y también personal» que les ayude a desarrollar sus carreras profesionales. En este apartado «sí que vamos avanzando en los temas de conciliación, igualdad y reducción de la brecha salarial». El tercer pilar «es una misma. Yo he visto techos de cristal puestos por mujeres que han dicho que no a promociones. Unas veces porque el coste personal era muy alto, otras por falta de autoestima (el 'síndrome de la impostora')…».

Areizaga, que previamente había trabajado en Eroski durante 15 años como directora de Responsabilidad Social, vio su llegada a la Fundación Tubacex como el momento de materializar un sueño, el de crear su propia empresa. Fue entonces cuando fundó Firstlehen, una consultoría sobre estrategia, sostenibilidad e innovación a grandes empresas y pymes. Una experiencia «dura, pero muy liberadora».

Respecto al reconocimiento de la AED -«un momentazo»-, le ha hecho acordarse de aquellas personas «que me han apoyado y a las que trabajan conmigo».

Desde hace siete años es la máxima responsable en el País Vasco de uno de los grandes bancos españoles, el Santander. Una empresa «muy comprometida con temas de diversidad en general y de género en particular», destaca. Y con «una referencia muy importante» a seguir, como es la presidenta, Ana Botín. Arias considera que prosperidad y diversidad son dos conceptos que «no pueden evolucionar de forma separada». Y que en el Santander «existe esa cultura, la de crecer en la diversidad para obtener un retorno de crecimiento social, económico y laboral».

La directora territorial del banco en Euskadi se muestra especialmente orgullosa de «esas pequeñas iniciativas, pero con gran impacto», que la entidad financiera organiza. Como esos 240 txokos, compuesto cada uno por 20 mujeres, «en los que se habla de las barreras que sufren las mujeres, se trabaja en su visibilidad y se busca la ilusión e inspiración».

En su andadura profesional en el Santander, Patricia Arias asegura haber encontrado el apoyo y la ayuda de muchas personas, «tanto hombres como mujeres». Por eso concede especial importancia al papel de las organizaciones, como la AED, en la promoción del emprendimiento femenino. Precisamente el Santander es coorganizador, junto a la asociación y ESADE, del programa 'AED Consejeras', que forma a las mujeres directivas para poder entrar en los consejos de administración de las empresas. De ahí que el reconocimiento como una de las directivas del año le haga «una ilusión tremenda».