Los críticos del IMQ aceptan la oferta de Adeslas si los médicos siguen influyendo
El grupo, que se opuso a la venta de acciones, estima que se han conseguido garantías suficientes para defender el modelo y el arraigo
Los algo más de 1.100 accionistas del grupo IMQ, la principal aseguradora de salud del País Vasco, están convocados el próximo jueves a una ... junta extraordinaria para votar en torno a una decisión que marcará su futuro: la aceptación o el rechazo de la oferta que ha realizado la compañía Segur Caixa Adeslas para comprar acciones de la empresa vasca. Aunque el respaldo a las negociaciones ya tuvo un apoyo ampliamente mayoritario en la última junta, ayer se despejó una de las principales incógnitas. Ademi, la asociación que engloba a los médicos accionistas que habían mantenido hasta ahora una posición contraria a la venta, emitió un comunicado que, en la práctica, supone una alfombra roja para la llegada de Adeslas. Ademi, cuyos asociados tendrán libertad de voto, considera que los detalles del acuerdo propuesto por Adeslas son aceptables, pero también pide que no haya una venta masiva de títulos. El objetivo, así lo concretan, es retener al menos el 20% de las acciones en manos de los médicos para poder ejercer un alto grado de influencia en el futuro de la compañía.
Salvo sorpresas, todo apunta ya a que el accionariado de IMQ dará su respaldo al pacto con Adeslas, que además del pago de 255.000 euros por cada paquete de 1.000 acciones -el mínimo de títulos que posee cada médico- incorpora un largo listado de compromisos para salvaguardar el arraigo de la compañía en Euskadi, el mantenimiento del actual modelo asistencial y la permanencia de los médicos en el cuadro de la aseguradora, así como detalles sobre su remuneración futura. Incluso, todas las fuentes consultadas señalan que puede producirse una venta masiva de títulos, lo que permitiría a Adeslas tener una mayoría holgada en el accionariado del grupo en el curso de los próximos meses.
El precio de 255.000 euros por cada paquete de 1.000 acciones se mantendrá al menos durante tres años
Venta pero sin estampida
Así, aunque el colectivo de Ademi considera que los compromisos aportan «garantías tanto para los accionistas que quieren vender ahora como para los que quieran hacerlo en el futuro, y también para los médicos como proveedores de servicios dentro del IMQ», también ha hecho un llamamiento para que no se produzca una desbandada de socios.
Ademi ha podido incluso participar en las negociaciones que han conducido a la elaboración del acuerdo con Adeslas; de ahí que muchos detalles del pacto sean fruto de sus aportaciones. En el acuerdo se recoge que los compradores respetarán el precio de 255.000 euros durante al menos tres años. A partir de ahí, el precio de las acciones para los médicos que quieran vender en el futuro se actualizará de acuerdo a la evolución económica de la compañía. En ese contexto, Ademi ha pedido a sus asociados que consideren la posibilidad de permanecer en el accionariado al menos esos tres años en los que hay garantía de precio por sus títulos.
Entre los detalles del pacto alcanzado por el consejo de administración de IMQ y Adeslas -el texto que será sometido a votación en la junta-, figura también el compromiso de Adeslas de mantener y potenciar el crecimiento de la clínica de Zorrozaurre. Una hipotética venta, así como cualquier cambio en el domicilio social de la compañía, exigiría el voto favorable del 80% del capital social. Ademi reconoce haber mantenido contactos con otras empresas interesadas en la compra de IMQ -en concreto el grupo norteamericano Centene-, que no han fructificado.
Ha habido contactos con otras firmas interesadas, pero no han fructificado en una oferta
Nuevos accionistas
El acuerdo contempla también una vieja reivindicación de Ademi para que se facilite la entrada de nuevos médicos como accionistas con pequeñas participaciones. Hasta ahora se exigía comprar 1.000 títulos -un precio de 255.000 euros por paquete era un desembolso desorbitado para cualquier médico que empieza en la profesión- y a partir de ahora serán suficientes 200 acciones. Ello supone que los médicos jóvenes podrán acceder a ser accionistas de IMQ con un desembolso más razonable, de 51.000 euros.
También existe un compromiso de aportaciones futuras al Montepío -la entidad que gestiona el fondo de pensiones de una parte de los médicos y también de los empleados de IMQ-, pero Adeslas ha exigido que no haya litigios pendientes en el momento de comprar las acciones. Ello exige alcanzar un acuerdo de IMQ con el Montepío -además de las aportaciones hay que dilucidar un cambio de estatutos-, cuyas relaciones no atraviesan un buen momento. El comunicado remitido ayer por Ademi pide también a IMQ que retire la querella que presentó contra la dirección de esta gestora, a quienes acusa de haber manipulado intencionadamente el censo de su última asamblea.
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