«La crisis energética beneficia al sector de la domótica porque siempre buscamos el ahorro»
La empresa alavesa ha ganado el bronce en el Concurso Nacional de Instalaciones KNX por transformar la academia de Arkaute en un edificio 'inteligente'
Cuando escuchamos la palabra 'domótica', solemos asociarlo generalmente a casas enormes en las que las persianas se pueden subir y las luces se encienden a distancia, con un móvil o la voz. En realidad, la aplicación de esa tecnología abarca una gran diversidad de campos. Y cada vez más se piensa en el efecto que puede tener en esa búsqueda del ahorro energético, o en la mejora de vida de personas con problemas de movilidad.
La empresa Araba Domotic surgida en 2004, con Ioseba Martínez de Guereñu al mando, ha visto cómo su cartera de clientes ha ido creciendo. La semana pasada fue reconocida con el tercer premio en el cuarto Concurso Nacional de Instalaciones Domóticas KNX celebrado la semana pasada en la Feria Internacional de Soluciones para la Industria Eléctrica y Electrónica. Ese 'bronce' lo obtuvieron por una instalación en la academia de la Ertzaintza en Arkaute, donde instalaron hace unos meses un sistema para controlar las luces de las aulas. «Se regulaban en función de la luminosidad exterior. Cuanta más luz entra del exterior, más se apagan las luces», resume. También implantaron un sistema control de climatización, de placas solares y puntos de recarga para vehículos.
– ¿Qué llamó más la atención al jurado?
– Fue el último paso y el más novedoso, el control de un punto de recarga de vehículo eléctrico. Si la academia sabe lo que produce y consume, sabe la cantidad de energía que puede meter en los vehículos y así llegar aprovechar el cien por cien de la energía fotovoltaica que produce. Es novedosa porque el tema de fotovoltaica y vehículo eléctrico incorporado a la domótica no es habitual. Esos vehículos que se cargan son de profesores y alumnos, coches privados.
– ¿Qué hay de cierta en esa visión de que la domótica es muy cara?
– Hay niveles y clases. Igual que pasó con los vehículos que estaban restringidos a muy pocos hasta que ya se creó un utilitario. Las primeras instalaciones eran en chalets. Pero ahora hay sistemas y elementos más económicos para cualquier vivienda. Principalmente, nosotros trabajamos en edificios de instituciones basándose en el ahorro energético. Es verdad que es cara, pero en estos edificios se consiguen grandes ahorros energéticos a la larga. No es un coste sino una inversión.
– Habrán variado los precios de instalación en los últimos años.
– Sí, un sistema para encender con el móvil la calefacción o cuatro luces y tres persianas puede ser 1.500 euros como mucho. Antes hablábamos de mucho más, unos 12.000 euros.
– La sostenibilidad y el ahorro energético se han convertido en términos recurrentes del sector.
– Es fundamental. Este es un campo que ha estado muy ligado a la construcción y en la anterior crisis se resintió. Ahora con esta crisis energética es la primera vez que nos beneficia porque precisamente todos estamos muy sensibilizado con el coste energético. En la feria donde recibimos el premio lo hablábamos: es la primera vez que una crisis nos beneficia. Además, implica más confort porque con una sola aplicación puedes controlar absolutamente todo.
