

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El orden del comercio internacional está en medio de un terremoto tras los primeros movimientos arancelarios anunciados por el presidente Donald Trump. De momento, Canadá ... y México han ganado un mes para evitar el gravamen de un 25% sobre sus ventas a Estados Unidos. Mientras tanto, China ha respondido con la misma moneda a los americanos anunciando aranceles de hasta el 15% a productos como el petróleo, coches de gran cilindrada y restringiendo la exportación de productos críticos.
La escalada arancelaria es lo que más temían los economistas porque supone un impacto imprevisible sobre una gran cantidad de bienes, además de una subida de precios que podría poner fin a las bajadas de los tipos de interés. En el caso de que la Unión Europea responda con gravámenes comerciales a los productos estadounidenses, en Euskadi podría notarse en cosas sorprendentes, como el precio del pollo.
Una guerra comercial con Estados Unidos encarecería todo lo que el País Vasco compra en aquel mercado. En 2023, las importaciones fueron de 1.804 millones, el doble que las de antes de la pandemia. Más de la mitad, el 54%, es para comprar energía. Las partidas más importantes son las de combustible con 585 millones de derivados del petróleo. Y el gas, que es el principal bien adquirido por la economía vasca en EEUU. Tras la guerra de Ucrania se disparó su importación con 385 millones.
Pero después de la energía, el principal producto que adquiere Euskadi en Estados Unidos son las habas de soja. Representa el 15,6% de todas las importaciones procedentes de ese país y suma un total de 282 millones en compras. Una respuesta de la UE a Estados Unidos con aranceles generalizados a sus importaciones supondría elevar el coste de este material, que juega un papel clave en la elaboración de piensos de alimentación animal, especialmente los dirigidos a pollos y cerdos.
Así que una guerra comercial entre Europa y Donald Trump se dejaría notar en un ya tormentoso ticket de la cesta de la compra o en acciones tan propias de los vascos como ir un sábado de cervecera a comer unos pollos con la cuadrilla.
Se trata de pequeños datos que, en el ámbito doméstico, muestran la importancia del Acuerdo de Libre Comercio y que, a escala empresarial pueden llevarse por delante una cuenta de resultados. La última versión de ese pacto, por cierto, fue suscrita por Donald Trump durante su primer mandato y toca renovarla el año que viene.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Despliegue de guasa e ironía por febrero en Santoña
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.