El consejero de Industria pide que el ahorro de las EPSV se quede en Euskadi y no «vaya a Madrid»
Mikel Jauregi lamenta que se esté financiando la deuda del Estado a través de Letras del Tesoro
El Gobierno vasco lleva meses alertando de la necesidad de romper con las inercias que han marcado la política financiera de las últimas décadas. La ... escasez de inversión empresarial –reflejada en la menor llegada de proyectos industriales– y la dificultad para retener centros de decisión estratégicos han encendido las alarmas en un Ejecutivo que quiere situar a Euskadi «en la vanguardia industrial europea».
En este contexto, el martes el Consejo de Gobierno dio luz verde al nuevo Plan Industrial y ayer se presentó el Plan de Inversiones, con el objetivo de movilizar 1.000 millones de capital público y atraer otros 3.000 de origen privado. Una apuesta que, de partida, debería apoyarse en el ahorro vasco, al que este jueves el consejero de Industria, Mikel Jauregi, ha lanzado una advertencia. «Muchos trabajadores tienen aquí sus ahorros en EPSV, pero la mayoría termina en Madrid, financiando el déficit del Estado a través de Letras del Tesoro», ha asegurado en una entrevista en Euskadi Irratia.
El consejero de Industria ya había expresado en otras ocasiones su «sorpresa» por la escasa implicación de las EPSV en el tejido productivo vasco, pero hasta ahora no había señalado con tanta claridad su preocupación porque ese ahorro «vaya del Ebro para abajo». Una llamada de atención que reabre el debate sobre hasta qué punto Euskadi puede contar con sus propios recursos para reforzar su tejido productivo. Sus palabras coinciden, además, con el anuncio de que el Ejecutivo autonómico está dispuesto a abrir la puerta a fondos extranjeros –«de Europa y del mundo»– para reforzar el nuevo Plan de Industria.
Con la mirada puesta en revertir un problema estructural y dar impulso a un ambicioso plan de inversiones público-privadas, el pasado marzo se presentó en la Bolsa de Bilbao la 'Alianza Financiera Vasca', con una histórica poco de los máximos institucionales junto a los primeros espadas de la banca, sus fundaciones y las EPSV. Siete meses después, sin embargo, el discurso del Gobierno vasco ha virado de forma sutil pero significativa. Consciente de la dificultad de movilizar grandes cantidades de capital propio, Lakua se muestra ahora dispuesta a abrir la puerta a la inversión extranjera.
El cambio de estatutos de Finkatuz, el fondo público destinado a adquirir participaciones en grandes compañías, es paradigmático de este viraje. Mientras hasta ahora se exigía que las empresas beneficiarias tuvieran un arraigo en Euskadi, la reforma abrirá la puerta a aquellas que generen un impacto positivo en el territorio. Lo mismo ocurre con la nueva herramienta de inversión, Indartuz, un fondo de fondos que abre la puerta a que empresas extranjeras, de la mano del Ejecutivo autonómico, puedan tomar participaciones en firmas vascas.
1% de inversión
Las EPSV, en cualquier caso, ya expresaron el pasado marzo –en el balance del ejercicio anterior– su «predisposición a colaborar» y a «ser compañeros de viaje en el futuro de Euskadi». Ahora bien, subrayaron que «la seguridad y la rentabilidad son claves, porque la primera misión es garantizar el pago de las pensiones». Unos objetivos a los que las Letras del Tesoro se ajustan con facilidad. Sin embargo, lo cierto es que de los 30.826 millones que entonces administraba el conjunto de entidades, solo 352 estaban invertidos en empresas de Euskadi. El 1,1%.
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