El Gobierno vasco alerta de que los aranceles de Trump restarán 700 millones a las exportaciones
El golpe a la siderurgia, que emplea a 80.000 personas, supone una pérdida de competitividad «casi absoluta» en EE UU
La economía vasca afronta una sacudida sin precedentes provocada por la ofensiva arancelaria de Donald Trump. La imposición de barreras aduaneras del 15%, que en ... ramas estratégicas como la metalurgia se disparan hasta el 50%, coloca a la industria, volcada en la exportación, en una posición muy delicada que exige respuestas inmediatas. El Ejecutivo autonómico intentó contener el envite del pasado abril con un «escudo comercial» de 2.000 millones, pero esta cobertura se ha quedado corta ante la magnitud del golpe. Es por ello que la consejería de Industria emprenderá la próxima semana una ronda de contactos con la siderurgia, la máquina-herramienta y la automoción para diseñar nuevas fórmulas de respaldo. Mientras, el sector vitivinícola será recibido por el área de Agricultura.
El consejero de Industria, Mikel Jauregi, cifró ayer en 700 millones el impacto de los aranceles sobre las exportaciones vascas, cuyo cuarto destino es Estados Unidos. Un país que el año pasado absorbió 1.990 millones en ventas de empresas de Euskadi y que ha erosionado la arquitectura comercial levantada tras la segunda guerra mundial. El Ejecutivo autonómico, que ha hecho de la política industrial el eje de su agenda, se topa así con un muro arancelario que frena en seco su intento de reactivar un tejido productivo debilitado tras años de escasa inversión. Las estimaciones del Gobierno vasco apuntan a una contracción del 0, 33% del PIB, susceptible de agravarse en función de cómo quede la 'foto finish' aduanera. Lakua contiene así el aliento ante los acuerdos que Washington pueda cerrar las próximas semanas tanto con México -con un tratado de libre comercio que podría aminorar el daño al sector vitivinícola y la automoción- como con China. Lo firmado con el gigante asiático, de hecho, marcará el alcance real de la guerra de tarifas.
El sector que más inquieta a las instituciones, en cualquier caso, es la siderurgia, verdadero pilar del desarrollo económico vasco durante más de un siglo y que ahora languidece no solo por las barreras aduaneras, sino ante la ralentización europea y la amenaza de que China inunde Europa de acero 'low cost' . La imposición de un arancel del 50% a todas sus ventas -el año pasado dirigió el 13% de sus exportaciones, 261 millones, a EE UU- le aboca a un escenario de pérdida de competitividad «casi total» en el mercado americano. Una advertencia del consejero de Industria que ya se percibe en un tejido productivo asfixiado por los elevados costes de la electrificación y que se ha visto obligada a recurrir a ERTE para capear la contracción de la demanda.
Apoyos económicos
Las necesidades inmediatas de la siderurgia, que agrupa a cerca de un centenar de compañías que generan 20.000 empleos directos y entre 50.000 y 60.000 indirectos, lo sitúan como el primer sector con el que se sentarán, el próximo lunes, el Ejecutivo y las diputaciones. Desde el clúster del ramo, Siderex, adelantan que en la reunión reclamarán apoyos económicos directos y, además, instarán a una mayor presión en Bruselas para agilizar medidas que permitan blindarse frente a la sobreproducción china.
En un contexto en el que los grandes fabricantes de automóviles han arrancado el año con fuertes caídas por los aranceles -que en este caso todavía están en el 27,5%-, el Gobierno vasco quiere blindar a una industria que sostiene a cerca de 40.000 familias. La exposición no es tanto a EE UU, donde apenas exporta un 3%, sino a Francia y Alemania. Todo respaldo del Gobierno vasco, en cualquier caso, está en consonancia con la respuesta europea, que hoy mismo abordará el futuro del sector con los fabricantes. La patronal Acicae valora el esfuerzo de Bruselas por «volver a conceptos de mayor neutralidad», evitando que la apuesta se limite al vehículo eléctrico.
Los 272 millones que la máquina-herramienta destinó el pasado año a EE UU inquietan también a un Ejecutivo vasco que subraya el efecto tractor de esta industria, con 434 empresas y 14.000 empleados. El presidente del clúster, José Pérez Berdud, recuerda que este mercado se había consolidado como su principal cliente, en un contexto de debilidad de Europa y China. «El sobrecoste del 15% unido a la depreciación del dólar reduce en casi un 30% la capacidad de compra de nuestros clientes», sintetiza.
A la espera de una reunión en Madrid por la saturación eléctrica
Nueve días. Es el plazo que le queda al Gobierno central para dar una solución al colapso de la red eléctrica vasca. El consejero de Industria, Mikel Jauregi, se mostró ayer confiado en cerrar la próxima semana un encuentro al más alto nivel entre ambos Ejecutivos para abordar la cuestión. Una cita en la que se ha trabajado durante el verano y en la que Lakua espera obtener respuesta a la pregunta que más inquieta a las instituciones: ¿cuánta potencia recibirá Euskadi y en qué plazos?Jauregi recordó que se han solicitado 6.000 megavatios adicionales, lo que representa un incremento del 50% de la capacidad actual. «Nuestra industria necesita más capacidad, más puntos de conexión para descarbonizarse y transformar sus procesos productivos», subrayó. El consejero insistió en que las anteriores planificaciones de la red eléctrica han priorizado los nodos de generación, pero considera que ha llegado el momento de situar a la industria como el eje de la estrategia.
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