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Confebask recibió ayer la petición formal y unánime de todos los sindicatos vascos de sentarse a negociar un salario mínimo propio para los convenios colectivos, por encima del nacional -1.134 euros al mes ahora, a la espera del alza de 2025- y acorde a ... la situación económica de la comunidad. Como adelantó ayer EL CORREO, en una unidad de acción inédita en los últimos ocho años, ELA, LAB, CC OO y UGT registraron cada uno por separado esta solicitud ante el Consejo vasco de Relaciones Laborales (CRL) en la que ponen fecha para la constitución de la mesa de diálogo: el 6 de febrero. La patronal se limitó a responder que acudirá a la cita, como hace siempre que le convocan los sindicatos, pero ni una palabra más. No hizo valoraciones. Las organizaciones empresariales están todavía digiriendo este nuevo desafío.
La posición del Gobierno vasco es más cómoda puesto que la petición sindical plantea una negociación bilateral con la patronal para alcanzar un acuerdo interprofesional. Interpelada ayer sobre el tema, su portavoz, Maria Ubarretxena, defendió que esta es la vía adecuada para abordar el asunto. «Lo que realmente hay que alcanzar es un diálogo, un acuerdo entre la parte sindical y la patronal», señaló. No quiso entrar a valorar la idoneidad del nuevo foro que se va a crear, al margen de apuntar que «ya existen las mesas de diálogo social». Eso sí, recordó que el Departamento de Economía, Trabajo y Empleo, tiene reservada en los Presupuestos de 2025 «una partida para el estudio de un salario mínimo de convenio en Euskadi».
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Ubarretxena no hizo mención alguna a la otra vía en la que trabajan por su lado ELA y LAB, junto con otras centrales nacionalistas, para instar al Parlamento vasco a impulsar a su vez un cambio legislativo en el Congreso para que Euskadi pueda fijar su propio SMI, una competencia que ahora mismo solo tiene el Estado.
Los dos sindicatos soberanistas sí que se refirieron ayer a este camino cuando plantearon la petición ante el CRL y quisieron dejar claro que consideran ambas soluciones como «complementarias» y no excluyentes.
ELA, que mandó la solicitud de forma telemática para evitar una foto conjunta dado su rechazo al diálogo social, argumentó que operar con las dos vías a la vez es una buena estrategia y que el Gobierno vasco debe jugar un papel clave. Por ello le exigió que «presione a Confebask a llegar a un acuerdo en la mesa de diálogo con la baza de que si no lo hace apoyará la iniciativa legislativa que permita a Euskadi tener capacidad de fijar el SMI», según explicó Pello Igeregi, responsable de Negociación Colectiva.
El sindicato quiso marcar distancia con el resto de centrales y resaltó que solo «coinciden» en pedir la mesa, pero que no hay consenso alguno sobre cómo abordar la negociación. De hecho, esta central ya se lanzó a exigir que el SMI llegue a los 1.795 euros después de que LAB apostase por los 1.600 euros.
Por parte de esta última central acudió al CRL Oihana Lopetegi, responsable de Acción Sindical, que exigió a Confebask «que se siente a negociar» y al Gobierno vasco que «pase de las palabras a los hechos». Defendió que las dos líneas en las que trabajan se «retroalimentan».
CC OO y UGT, por su lado, destacaron la importancia de la unidad de acción en esta materia. «La realidad sindical es compleja y el hecho de que cuatro organizaciones sindicales, las cuatro más representativas, se pongan de acuerdo dice mucho», señaló Fran Osuna, secretario de Acción Sindical de CC OO Euskadi. «Se habla muchas veces de que queremos atraer y retener talento y para eso son necesarios unos salarios acordes y atractivos», añadió Dani González, responsable de Política Sindical e Institucional de UGT-Euskadi. Mientras en el País Vasco se abre este melón, hoy los agentes sociales se reunirán en Madrid para negociar la subida del SMI para 2025.
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