La compra de Uvesco se financiará endeudando en 500 millones a la empresa
Kutxabank, Fundación Artizarra, la EPSV de Geroa e Inveready aportarán cada uno 30 millones a la operación
El movimiento liderado por el consejero delegado de Uvesco, Ángel Jareño, para adquirir la compañía de los supermercados BM ha generado gran expectación porque podría ... lograr, con apoyo de agentes vascos, el control de la empresa, así como mantener el modelo de negocio y los centros de decisión en Euskadi.
Todo está a expensas de concretarse porque, como dice el refrán: 'el diablo está en los detalles', y son relevantes los elementos que quedan por cerrar. La operación, adelantada ayer por este periódico, supondría la compra de Uvesco a su accionista principal, el fondo francés Pai Partners. Este inversor cuenta con el 70% de la empresa tras su adquisición en 2021 y busca la salida con una venta por 715 millones tras el intento fallido de adquisición por parte de Carrefour el año pasado.
La compra requiere de una acción conjunta en la que deberían sumar fuerzas directivos de Uvesco, la familia fundadora, y entidades como la FundaciónArtizarra –creada por empresarios vascos para asegurar el arraigo de compañías–, Inveready –el grupo inversor de Josep Maria Echarri, que tiene participaciones en MasOrange, Avatel o Audax Renovables–, Kutxabank con su fondo Indar, la herramienta inversora de la EPSV Geroa y el apoyo del Gobierno vasco.
A pesar de la suma de esfuerzos, 715 millones es una cantidad muy elevada para los agentes financieros de Euskadi y, para poder afrontarla, es necesario jugar con las mismas armas que utilizan los fondos. Es decir, el endeudamiento de la propia empresa que se adquiere. Así, tal y como señalan fuentes conocedoras de las negociaciones a ELCORREO, la operación pasa por una financiación de casi 500 millones a costa de deuda sobre Uvesco. De esa cantidad, 435 millones son 'deuda senior' a cinco años.
Sobre esos recursos, se añadirían unas aportaciones de entorno a 30 millones que realizarían cada uno de los siguientes agentes: el fondo Stellum Food, integrado en la Fundación Artizarra, Gaea (de Inveready), Kutxabank a través de su fondo de participaciones Indar y la herramienta inversora de la EPSV Geroa (Orza).
La suma de estos socios acumularía unos 125 millones y constituiría el primer movimiento orquestado entre diferentes agentes financieros vascos en la línea de lo que viene reclamando el Gobierno del lehendakari Pradales y materializada en el clúster financiero BasqueFIK o la Alianza Financiera Vasca. La operación tiene la virtud también de recurrir a herramientas de financiación alternativa en el mercado internacional de capitales con las que lograr volumen suficiente.
Tensiones internas
El cierre de la financiación correspondería a la reinversión de los beneficios que por la venta obtendrían los directivos y la familia fundadora, Fernández de Barrena. Algo más de 66 millones, pero ponderando su peso en los derechos políticos. Y es que el núcleo de los directivos encabezado por el consejero delegado, Ángel Jareño, contempla reservarse el control de la compañía con el 51% de los votos.
Este reparto de roles entre los ejecutivos y la familia es uno de los flecos que ha despertado más tensiones internas y dificultades para cerrar el acuerdo. Diferentes fuentes del mercado insisten en que cuestiones como el precio con el propietario actual está ya cerrado, a la vez de que advierten de la necesidad de avanzar con rapidez si se quiere evitar la irrupción de otro comprador.
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