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Manu Alvarez
Viernes, 31 de enero 2025, 12:18
«La concentración BBVA-Sabadell no supone, a priori, un reforzamiento determinante de una posición dominante ni coloca a la entidad resultante en una posición ... de dominio de los distintos ámbitos espaciales analizados». Esta es la principal conclusión del informe elaborado por la Autoridad Vasca de la Competencia, dentro del proceso de análisis sobre el impacto de esta hipotética concentración en el mercado bancario. El informe forma parte de la denominada 'Fase 2' abierta por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en torno a la opa presentada por BBVA sobre el Sabadell y cuya resolución de espera para antes de que finalice marzo.
La visión de la Competencia vasca es diferente a la que han trasladado informes de los organismos similares de Cataluña y Valencia, que han advertido de altos índices de concentración del negocio en esas comunidades si BBVA y Sabadell acaban siendo un único banco. En el caso del País Vasco, sin embargo, ninguno de los segmentos analizados otorga a la entidad resultante una cuota de mercado superior al 40% -ni siquiera en Gipuzkoa, que es donde mayor concentración se produce-, que es el porcentaje que las autoridades europeas han establecido como umbral para analizar con sumo cuidado el impacto de cualquier operación de este tipo.
El propio informe ya destaca que el mercado financiero vasco presenta características peculiares, ya que los líderes en buena parte de los productos financieros, salvo en el caso de créditos a empresas, son bancos que tienen sus raíces en esta comunidad autónoma: Kutxabank y Laboral Kutxa. De ahí que, concluye el estudio, el impacto de esa hipotética fusión queda más diluido.
Competencia vasca tan solo apunta como elemento destacado la alta concentración que se generaría en la actividad de créditos a empresas, donde BBVA ya es líder en el País Vasco y que le permitiría pasar de una cuota de mercado del 22,18% al 27,44%, aún lejos de ese umbral de peligro establecido por las autoridades europeas. Ni siquiera en Gipuzkoa se superaría aunque sí es verdad que estaría cerca, ya que en ese territorio se alcanzaría una cuota del 35,85%.
La mayor concentración en Gipuzkoa tiene razones históricas y se produce por la compra absorción del Banco Guipuzcoano en 2012 por parte del Sabadell, lo que ha hecho que en ese territorio tenga una presencia destacada. Es, incluso, el territorio en el que más oficinas tiene -24 del total de 49 abiertas en el País Vasco- por encima de las 21 que tiene en Bizkaia y de las 4 de Álava. En relación a las oficinas la Autoridad Vasca tampoco observa problemas serios de cara a una fusión. La suma de ambos bancos daría como resultado una red inicial de 152 oficinas, que apenas supone una cuota de mercado de 15,6% sobre el total de establecimientos bancarios abiertos al público. Incluso, según recoge el informe elaborado por este organismo, todos los municipios de Euskadi tendrían oficinas abiertas de al menos tres entidades bancarias diferentes -es el caso de Mutriku-, lo que lleva a considerar que la existencia de alternativas competitivas está suficientemente garantizado.
En relación con la concesión de créditos la suma de BBVA y Sabadell tendría una cuota de mercado de casi el 20% -con mucha fuerza en el segmento de empresas-, pero por debajo del 24,9% que ostenta Kutxabank cuyo punto fuerte está en la actividad hipotecaria. Eso sí, el banco fusionado conseguiría reforzar la segunda posición en el ránking crediticio vasco que ya ostenta BBVA en estos momentos con un 15,11% del negocio y en el que Santander le sigue a la zaga con el 13,4%.
En el ámbito de los seguros la fusión tiene una incidencia marginal porque la actividad comercial de ambos vascos en este segmento en el País Vasco también lo es. La cuota de mercado resultante de la fusión apenas superaría el 1,23%.
Por último, el estudio de la Autoridad Vasca de la Competencia pone de relevancia que el sector financiero está experimentando una transformación fruto de la evolución de la tecnología digital y en especial de su adopción por parte de los consumidores. Así, indica que uno de cada tres nuevos clientes que llegan al sector bancario lo hacen de la mano de entidades que solo operan a través de canales digitales y que no compiten con oficinas a pie de calle. Pese a todo la competencia de estos nuevos operadores del sector, matiza el organismo, es bastante limitada todavía porque han centrado sus esfuerzos comerciales en los clientes más jóvenes y su oferta de productos bancarios es aún muy limitada.
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