Casilda Heraso (Ashoka): «No se debe pasar por alto la innovación social»
B-Venture ·
Responsable de selección de emprendedores, ha puesto en valor el tipo de innovación que promueve su colectivo, enfocado en soluciones que impulsan mejoras en la sociedadERLANTZ GUDE
Miércoles, 17 de octubre 2018, 16:00
Casilda Heraso, responsable de selección de emprendedores de Ashoka en España, ha puesto en valor el tipo de innovación que promueve su colectivo –con una red que abarca casi cien países–, enfocado, por encima del componente tecnológico, en soluciones que impulsan mejoras en la sociedad.
Así, ha puesto el ejemplo del proyecto del vasco José Mari Luzarraga, que a través de un innovador modelo educativo –donde los alumnos constituyen empresas con las que han de generar ingresos– forma profesionales con muy diversas capacidades y una elevada tasa de colocación. Su grado es oficial por la Universidad de Mondragón. También aludió a la iniciativa de la médica Ana Urrutia, centrada en mejorar los cuidados a personas mayores y dependientes.
Saliendo de la comunidad, pero sin abandonar el norte, Heraso ha destacado el sistema ideado por el funcionario de prisiones de la cárcel asturiana de Villabona Faustino García, para favorecer proyectos comunes y sin jerarquías entre presos y personal de la cárcel: se traducen en una drástica reducción de la tasa de reincidencia.
El danés Thorkil Sonne promueve la formación profesional y posterior acompañamiento de personas autistas –su hijo lo es–, basándose en sus superiores habilidades para tareas de la industria tecnológica. Su esfuerzo ha deparado la colocación laboral de personas bajo su tutela. Ha desembarcado en nuestro país.
En Portugal, el emprendedor Miguel Neiva ha desarrollado un código para personas daltónicas que se ha implantando en el metro de Oporto y en colegios del país vecino. La empresa que apostó por su idea ha invertido su precaria situación económica.
Heraso ha recalcado que mantienen un elevado listón y del medio millar de candidaturas que analizan al año, solo se quedan con un promedio de cuatro. A veces los diamantes llegan en bruto, sin siquiera saber que son emprendedores. Faustino es un ejemplo –«se veía el raro de la cárcel, que simplemente iba a contracorriente con su proyecto»–. A los asistentes, en las últimas palabras que se han pronunciado en el evento, les ha emplazado a centrarse en este nicho del emprendimiento.