Más Europa ante los desafíos futuros
Encaramos 2025 con optimismo, aunque será un año exigente. Tanto España (+2,3%) como el País Vasco (+2,8%) podrían crecer por encima de la ... eurozona (+1%), gracias al empleo y la demanda interna. Sin embargo, este panorama positivo no está exento de incertidumbres. Los desafíos geopolíticos, la transición energética y las tensiones comerciales seguirán marcando la agenda, mientras Europa busca consolidar su lugar en un mundo fragmentado.
Para fortalecer y cohesionar a Europa necesitamos cambios estructurales, como subrayan Draghi y Letta en sus recientes informes. Cada año, el continente debe movilizar más de 700.000 millones de euros para modernizar infraestructuras, acelerar la transición energética y liderar en tecnologías emergentes como la inteligencia artificial.
Movilizar estos recursos depende del buen funcionamiento del sector financiero. Mientras la Unión Bancaria y la Unión de Mercados de Capitales sigan incompletas, Europa necesita bancos más grandes, sólidos y eficientes. Bancos con la escala suficiente, no sólo para financiar empresas y proyectos clave, sino también para acometer las inversiones necesarias en tecnología e innovación. Sin ellos, los objetivos europeos serán difíciles de alcanzar.
La consolidación del sector financiero en Europa es esencial para dotar a los bancos de la escala necesaria. Las autoridades tienen un papel crucial: eliminar barreras regulatorias y facilitar la consolidación transfronteriza. Hoy, el mayor riesgo no es que los bancos sean «demasiado grandes para caer», sino «demasiado pequeños para cumplir» con lo que Europa necesita para competir e impulsar su futuro.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión