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Álvaro de la Rica posa en un pasillo de la Deusto Business School con una imagen de Albert Einstein de fondo. LUIS ÁNGEL GÓMEZ
«Hay un cambio de ciclo y volvemos a encontrar estudiantes con interés emprendedor»

«Hay un cambio de ciclo y volvemos a encontrar estudiantes con interés emprendedor»

Álvaro de la Rica, decano de Deusto Business School, defiende que en la enseñanza universitaria «no todo es atender a lo que el mercado laboral necesita en un momento concreto»

JESÚS L. ORTEGA

Lunes, 23 de julio 2018, 00:54

Desde el pasado martes, Álvaro de la Rica es el nuevo decano de Deusto Business School en sustitución de Guillermo Dorronsoro, que vuelve a la empresa privada. De la Rica, un hombre de 'la casa', establece entre sus objetivos al frente de la prestigiosa facultad «intensificar las relaciones con los agentes económicos y sociales y profundizar en las titulaciones internacionales».

- Salta de la Facultad de Turismo al decanato de La Comercial, el 'buque insignia' de la Universidad de Deusto. ¿Hay vértigo?

- Por supuesto. Vértigo todo. Aunque haber impartido asignaturas de gestión empresarial en distintas titulaciones durante los 23 años que llevo en la Universidad, el haber sido formado en La Comercial y haber estado muy cerca de su claustro de profesores me suaviza un poco ese vértigo. Pero es un reto y una responsabilidad que asumo con toda la ilusión del mundo.

- Con su designación, Deusto vuelve a nombrar para este puesto a un hombre de 'la casa', costumbre que se había roto con su antecesor, Guillermo Dorronsoro, que además no era economista sino ingeniero. ¿Qué lectura hay que hacer de esta vuelta a la tradición?

- No necesariamente esta vuelta a una persona de dentro de la Universidad tiene una lectura. Creo que únicamente responde a una apuesta del rector por un perfil determinado buscando, quizás, potenciar lo que han sido mis últimas responsabilidades en la Universidad trasladándolas a Deusto Business School. He sido vicerrector de Relaciones Internacionales durante seis años y vicerrector de estudiantes dos años. Son dos áreas estratégicas en Deusto, que tiene diseñado un plan de titulaciones internacionales, y precisamente uno de los retos de Deusto Business School en estos momentos es lograr su acercamiento a un mundo global.

«Nos preocupamos porque nuestros estudiantes adquieran el valor de la ética en los negocios»

- Respecto a esos retos ¿tiene ya algún proyecto en mente relacionado con su nuevo cometido?

- Sí. Intensificar las relaciones con los agentes económicos y sociales. La Comercial ha tenido una consolidada tradición de relacionarse con las empresas del entorno y creo que podemos dar algún paso más, no sólo con las prácticas empresariales, sino también con la formación dual universitaria que el Gobierno vasco quiere empujar o la formación 'i-dual', que es la formación dual con prácticas en empresas en el extranjero. Además, queremos profundizar en las titulaciones internacionales y me encantaría que pudiera haber un grado íntegramente en inglés. Creo que con excelentes estudiantes, un magnífico claustro de profesores, una red tan arraigada de empresas e instituciones que colabora con nosotros y con los convenios internacionales que tenemos con las mejores escuelas de negocios, son proyectos posibles.

- Hace unos años La Comercial cambió su nombre oficial a Deusto Business School para competir con otras escuelas de negocios nacionales e internacionales. Pero muchos jóvenes, si pueden, se van a universidades de fuera a estudiar. ¿Por qué no retiene Deusto ese talento potencial?

- El estudiante que hoy acaba el Bachillerato es muy distinto al de hace años. La movilidad nacional e internacional ya no sólo no es un problema sino que incluso es un atractivo y efectivamente hay estudiantes que se van fuera, aunque la oferta que encuentran es muy, muy similar a la nuestra. De hecho, en todas las encuestas que hacemos sobre nuestra oferta formativa hay dos características que salen destacadas: el modelo de formación y la dedicación personalizada al estudiante en el antes, el durante y el después.

- Si hubo un diagnóstico coincidente sobre la crisis es que entre sus desencadenantes estuvieron la falta de ética, de moral, el afán desmedido de lucro... ¿Cómo se enseña y se educa en valores a jóvenes que ven que en la sociedad lo que prima es tener éxito profesional y ganar un buen sueldo?

- En Deusto nos preocupamos porque adquieran el valor de la ética en los negocios. De hecho, el sentido ético está en todas nuestras titulaciones y no sólo en los últimos tiempos por lo ocurrido en la crisis, aunque ahora quizás está más acentuado. Creemos que al menos conseguimos que nuestros estudiantes tengan sentido crítico y cuando salen de aquí sepan lo que está bien y lo que está mal.

- Tradicionalmente la Universidad de Deusto ha sido vivero de empresarios. ¿Ve vocaciones emprendedoras en su alumnado actual o también han cambiado las actitudes, las prioridades y los valores de los jóvenes de hoy?

- Durante unos años nuestros estudiantes han tenido gran interés en no trabajar por cuenta propia, pero ahora observamos un cambio de ciclo y volvemos a encontrar determinados grupos con interés emprendedor. Y además, encaminados a prestar soluciones al mercado y a atender a determinados ámbitos de la sociedad, como puede ser la atención a desfavorecidos, alejados de ese afán de lucro. Y para incentivarlo, la Universidad también tiene un vivero de empresas y unos programas encaminados al emprendimiento.

- Los empresarios vascos llevan tiempo demandando más perfiles de Formación Profesional y menos de Universidad. ¿Como responsable universitario, qué opina al respecto?

- En el mercado laboral hay tipologías de puestos para cada bloque de formación y creo que hay sitio para todos. En la Universidad formamos personas que puedan evolucionar y generar un pensamiento y una forma de hacer que tal vez no responden a un determinado puesto de trabajo de hoy mismo. Quizás eso no se percibe al principio de su incorporación laboral, pero en su evolución posterior y también en la de un mercado de trabajo en continua transformación, un universitario tiene más fácil adaptarse al cambio por las competencias que ha adquirido. La FP tiene su hueco y hay necesidad de sus profesionales, pero creo que un universitario tiene mayor recorrido.

No sobran universitarios

- ¿No observa entonces un desajuste entre la formación de los jóvenes y lo que piden las empresas?

- Puede haber pequeños desajustes para una función muy concreta que se pueden resolver fácilmente con un curso de formación determinado. Pero la Universidad no forma para un desempeño específico. Forma para atender un mercado laboral en el que las personas tendrán que adaptarse a los cambios en su desarrollo profesional, tomar decisiones con responsabilidad y sabiendo manejar variables que hoy son unas y mañana pueden ser otras... Además el nivel de prácticas profesionales de nuestros estudiantes es muy alto y su índice de empleabilidad también.

- ¿Sobran universitarios en algunos grados, como dicen los empresarios?

- Sería osado decir que sobran. Nosotros ofertamos lo que creemos que la sociedad necesita. La apuesta de Deusto por grados que no tienen una demanda laboral altísima es por sentido de responsabilidad y servicio a la sociedad. Es un compromiso por una formación humanista y creemos que Deusto tiene que seguir sirviendo a ese colectivo aunque pueda ser minoritario. No todo es ciencia y tecnología y no todo es atender a lo que el mercado laboral necesita en un momento concreto. Lo importante es adquirir una madurez personal y académica a lo largo del proceso universitario.

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