Sánchez conversa con la portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua. EFE

PNV y Bildu constituyen un frente vasco para forzar cambios en la reforma laboral

Los jeltzales advierten de que «hoy por hoy» votarían en contra y exigen la prelación de los convenios autonómicos respecto a los estatales

Domingo, 26 de diciembre 2021, 01:41

Por muy difícil que haya sido, el acuerdo con sindicatos y patronal 'sólo' era la mitad del camino. Una vez conseguido, ahora el Gobierno se ... enfrenta a la fase puramente política, la tramitación parlamentaria, para que la reforma laboral obtenga luz verde definitiva. Y por las reacciones de sus socios habituales en el Congreso, las cuentas todavía no le dan. Descontado el rechazo del PP, que se compromete a recuperar la legislación de 2012 si regresa a La Moncloa, nacionalistas, independentistas y partidos minoritarios se muestran escépticos. En el caso vasco, PNV y EH Bildu ya advierten de que están lejos del 'sí'.

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Las dos siglas abertzales se preparan para una nueva e intensa negociación con el Ejecutivo PSOE-Unidas Podemos. Lo hacen bajo la presión de la mayoría sindical vasca, que coincide en censurar el acuerdo de UGT y CC OO con la patronal al considerar que la reforma laboral de Mariano Rajoy no queda derogada y, por tanto, no se cumpliría el compromiso del programa de gobierno. Tanto ELA como LAB pidieron expresamente a PNV y EH Bildu que voten en contra de la nueva legislación por «no responder a las demandas» de los trabajadores vascos.

ELA y LAB alientan el 'no' al texto por «no responder a las demandas de los trabajadores vascos»

SINDICATOS EN EUSKADI

Los jeltzales emitieron ayer su primera gran advertencia al Gabinete bipartito de Pedro Sánchez. «Hoy por hoy estamos en el 'no'», certificó Aitor Esteban. Aun reconociendo que «hay aspectos positivos» en la reforma acordada con sindicatos y patronal, la formación nacionalista considera indispensable «preservar una dinámica propia que ya existe en Euskadi respecto a las relaciones laborales». Eso se traduce en que, para obtener el 'sí' de sus seis diputados, el texto debería incluir al menos la preferencia de los convenios vascos -y del resto de autonomías- respecto a los estatales.

«Sin que esto esté solucionado, nosotros no vamos a apoyar la reforma, así de claro», insistió el portavoz del PNV en el Congreso. Recordó que la prelación de los convenios autonómicos «no es un asunto que se nos ocurra ahora» y situó a la patronal como el actor más reacio a aceptar dicho planteamiento. El dirigente nacionalista también evidenció la falta de apoyos que sufre el Gobierno -«no sé con quién va a sacar adelante la propuesta, ya se verá», dijo- y se encomendó a una negociación con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, para modificar el sentido de su voto.

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Sin apoyos claros

La posición del PNV, sumada al escepticismo mostrado por EH Bildu, constituye un frente vasco que el Gobierno deberá derribar si quiere sacar adelante una de las grandes medidas de la legislatura. La coalición soberanista también considera un obstáculo la «estatalización de los convenios» y reclama además que se eliminen todos los aspectos «lesivos» de la anterior legislación. No hay que olvidar que la formación abertzale llegó a pactar con PSOE y Podemos la derogación «íntegra» de aquella reforma. En caso contrario, Arnaldo Otegi ya avisó de que sus cinco diputados en el Congreso votarían en contra.

El resto de aliados parlamentarios de Sánchez tampoco aseguran a día de hoy la fumata blanca. Otegi, de hecho, quiere sumar a ERC -que contribuye con 13 diputados- a la campaña de presión sobre el Ejecutivo. Más País (2) aún mantiene la incógnita a la espera de constatar que la contrarreforma no quede «descafeinada y recortada», mientras que el BNG (1) dice no avalarla por el momento dado que, a su juicio, el nuevo texto «no recupera ni avanza en derechos».

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