BBK busca recuperar la antigua Ibermática, que sale de nuevo a la venta por 500 millones
El grupo Ayesa pide ahora el triple por la tecnológica, forzado por la salida de su capital del fondo inversor A&M Capital
Ibermática, una de las enseñas de la industria tecnológica vasca que fue adquirida por el grupo Ayesa en 2022, podría volver a control de un ... propietario de Euskadi. Y es que la Fundación BBK, dueña del 57% de Kutxabank, ha entrado en la ronda final para adquirirla. Una operación valorada en 500 millones, pero muy complicada ya que la fundación presidida por Xabier Sagredo tendrá que competir con gigantes multinacionales de la inversión, entre ellos los fondos HIG y Blackstone, que también han accedido a la fase final de la operación asesorada por Houlihan Lokey y Arcano, tal y como adelanta este martes el diario 'Expansión'.
La antigua Ibermática desarrolla la línea tecnológica (IT) dentro del grupo Ayesa con más de 5.000 empleados en España y 2.000 en Euskadi, en sus centros de Zamudio, en Bizkaia, y Miramón, en San Sebastián. Fue impulsada por Kutxabank, pero su posición se fue reduciendo en el accionariado hasta el 15% que mantenía en 2022. Entonces Ayesa compró Ibermática por 160 millones. Ahora hará falta más del triple si BBK quiere recuperar su control. Un elevado precio por una empresa que nació en País Vasco y que ha pasado por el control, antes de Ayesa, del fondo ProA Capital.
La puesta a la venta de la división de Ibermática ha sido provocada precisamente por la salida del accionista de referencia de Ayesa. Se trata del fondo de inversión A&M Europa que entró como dominante en Ayesa en enero de 2022 y ahora, tras triplicar la facturación del grupo (ha pasado de una cifra de negocio de 340 millones a más de 800 tras integrar varias compañías), pone a la venta su participación arrastrando a todos sus socios en una operación habitual de estos agentes del mercado.
El sueño de un campeón nacional
El sueño de Ayesa de construir un campeón nacional en tecnología e ingeniería para crecer en programación, inteligencia artificial, servicios en la nube o diseño de aplicaciones queda pendiente ahora de la futura venta. Y es que el movimiento de A&M supone colocar las dos divisiones de Ayesa: la tecnológica, que representa a Ibermática, y la de ingeniería. Cada una por 500 millones y haciendo un total de mil.
La familia Manzanares, originaria de Andalucía, y que había liderado la gestión de la empresa para crear una compañía con la que competir en España con IBM, Minsait (Indra) o Accenture mantiene la vocación de seguir en la empresa. Así lo confirman fuentes del mercado cercanas a la operación a EL CORREO, aunque esa voluntad dependerá de los compradores.
BBK entra, por lo tanto en una particular 'Champions League' de los fondos de inversión. Una operación con rivales muy grandes y de gran calado financiero que ahora en noviembre entra la fase decisiva de reuniones para plantear una oferta que, ya sí, sea vinculante.
La fundación bancaria ha ido acumulando una importante cantidad liquidez gracias a los beneficios del banco. Un dinero con el que ha ido generando una cartera de participadas construido sobre cotizadas como Iberdrola, CAF, Gestamp, Arteche o Vidrala. Además es uno de los actores que ha comprometido 45 millones en la operación Talgo. Su plan a diez años es elevar en 2.000 millones su cartera directa, independiente de la de Kutxabank. Entre las últimas operaciones destaca la adquisición con 50 millones de la empresa de parkings Aparca10.
Una firma muy implicada en servicios en Euskadi
La antigua Ibermática ha tenido una presencia muy importante en la Administración pública vasca. La compañía de origen guipuzcoano y ahora a la venta elabora los sistemas digitales que contabilizaron los votos de las últimas elecciones al Parlamento vasco o que permiten a los ciudadanos solicitar la cita con su médico en Osakidetza, entidad para la que desarrollaron todo el sistema de atención telemática para el Covid-19. En el área médica, el IMQ es otro de los clientes que ha recurrido a la tecnológica para el desarrollo de todo su sistema de trabajo en red.
Otra de las áreas importantes en las que opera es la financiera, sector en que realiza el mantenimiento y gestión de todas las aplicaciones digitales de Kutxabank. Además, municipios como Vitoria adjudicaron a Ibermática la gestión y atención de la plataforma «online» para el cobro de multas de la Policía.
Otro de los proyectos más ambiciosos que ha desarrollado tiene que ver con un servicio de uso masivo que afectará a miles de ciudadanos vascos. Se trata de la facturación digital canalizada en el sistema de Ticket Bai que impulsan las diputaciones para reducir el fraude. La industria de defensa, como SAPA y Maxam, también es cliente de la empresa guipuzcoana.
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