

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El soberanismo catalán ha mostrado este jueves su rechazo a que prospere la opa lanzada por el BBVA al Banco Sabadell, aunque la contundencia ... empleada ha estado a años luz de la de hace un año, cuando se puso en marcha la operación financiera. Las formaciones políticas han evitado robar el protagonismo de la jornada a los sindicatos, que se han mostrado explícitos en reclamar al Gobierno que paralice la operación.
Junts, por ejemplo, ha pasado en un año de calificar la opa como un «155 bancario», tal y como afirmó Carles Puigdemont en plena campaña de las catalanas, a guardar silencio. La formación nacionalista ha eludido un posicionamiento oficial y ninguno de sus primeros espadas ha hecho declaraciones sobre el asunto. Nadie en el nacionalismo ha ido tan lejos como la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, partidaria de que el Ejecutivo dé marcha atrás a la opa. El líder de Esquerra, Oriol Junqueras, que ha participado en la manifestación convocada por UGT y CCOO con motivo del 1 de mayo, ha señalado que Esquerra está «en contra de todos los procesos de concentración excesivos». Junqueras ha trasladado toda la presión al Gobierno a la hora de decidir si «autoriza» o no la absorción de la entidad vallesana. Si la opa sale adelante, ERC dará la «batalla» para que no se pierdan empleos ni oficinas y para garantizar que los centros de decisión se queden en Cataluña.
Desde el Govern, el mensaje ha sido de prudencia a la espera de cuál acaba siendo la decisión del Gobierno. El deber de la Generalitat es «preservar un modelo bancario de proximidad», ha asegurado la portavoz del Ejecutivo catalán, Sílvia Paneque. «En Cataluña existe un modelo bancario arraigado en el país, en su tejido empresarial y en sus empresas con un compromiso social», afirmó el miércoles el presidente de la Generalitat, Salvador Illa. «Analizaremos con rigor el informe y todos los datos y análisis para actuar con coherencia, defendiendo por encima de todo los intereses de Cataluña», señaló.
Patronales y sindicatos catalanes se oponen a la opa. También el Govern, que hace bandera de la normalización política y el regreso de la estabilidad, tras la «década perdida» del 'procés. Illa ha presentado la vuelta de las empresas que huyeron tras el 1-O de 2017 como un signo de la normalidad política. El Sabadell y La Fundación La Caixa son los dos buques insignia de este regreso empresarial. Si prospera la opa del BBVA, Cataluña volverá a perder la entidad que ha tardado más de 7 años en fijar de nuevo su sede social en el Vallès. El regreso del Sabadell fue interpretado además como un movimiento defensivo para encontrar en Cataluña un ecosistema político y empresarial contrario a la opa.
Illa ha situado como objetivo de la legislatura que Cataluña recupere el liderazgo económico español, tras perder posiciones respecto a Madrid. Esta operación puede ser una piedra en el zapato de su objetivo: perder músculo financiero no parece la mejor manera de empezar la carrera por el liderazgo económico español. La vuelta a la normalidad, además, desde el punto de vista empresarial podrá verse incompleta, ya que el regreso del Sabadell puede ser efímero y en cuanto a la entidad de la estrella, CaixaBank no tiene aún planes de dejar Valencia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.