El área de la fundición demanda «una regulación más clara y administraciones ágiles»

Peña ha remarcado que se necesitan «empresas competitivas, flexibles, modernas y que atraigan talento», pero para impulsarlas es necesaria «la complicidad insititucional». «De lo contrario el sector que tanta riqueza, estabilidad y empleo trae a Euskadi en particular, y a Espeña en general, acabara cayendo», ha añadido.

El presidente de FEAF, que aglutina a más de 200 empresas que exportan más del 70% de su producción y que dan trabajo a más de 16.000 personas de forma directa (así como unos 72.000 puestos indirectos), ha destacado que suponen «un sector tecnológico y reciclador», que es «clave para la economía», y que se dirige a mercados altamente competitivos y tecnológicos. «Es necesario en la economía circular y generador de riqueza en las sociedades que se establece», ha subrayado, aunque ha cerrado su intervención remarcando que «sin una colaboración efectiva y medidas de apoyo», a través incentivos económicos para la descarbonización, su futuro «se verá comprometido».

Jauregi ha tomado nota de las peticiones y ha asegurado a las empresas del sector que «sois nuestra apuesta de futuro», así como una apuesta estratégica para generar crecimiento económico. En un contexto económico de incertidumbres derivadas de la política arancelaria de EE UU, el consejero ha señalado que Euskadi «tiene su dirección ya clarísima», y que ésta apunta a «más industria, mejor industria y menos emisiones».

«El pasado mes de febrero activamos el grupo para la defensa industrial del que formáis parte y hemos ido trabajando diferentes medidas», ha recordado durante el acto. Jauregi ha destacado el plan de ayudas con 500 millones de euros y los incentivos fiscales dirigidos a impulsar «la descarbonización inteligente», una apuesta «necesaria para que nuestras empresas sean más competitivas».

«En total esperamos movilizar más de 1.200 millones de euros en inversiones totales, entre la colaboración de las instituciones y las empresas privadas», ha señalado, con una apuesta hacia tres objetivos: incrementar la eficiencia energética de la industria, promover el autoconsumo y apostar por tecnologías limpias como factor diferenciador. «En 40 años hemos reducido nuestro consumo de energía industrial en un 50%, pero todavía podemos hacer más», ha subrayado.