A Zverev le recuerdan a gritos los casos de violencia machista que le persiguen: «¡Australia cree a Olya y Brenda!»

Alexander Zverev ha tenido un día complicado en el Abierto de Australia. Primero, su rival Jannik Sinner le ha pasado por encima en la pista de tenis dejándole sin su primer Grand Slam, y después, una aficionada le ha recordado a gritos los casos de violencia machista que le persiguen.

El tenista alemán cayó por 6-3, 7-6 (7/4) y 6-3 ante Sinner y volvó a quedarse a las puertas de ganar su primer 'grande'. Ya son tres las finales que ha perdido en su carrera. Y su rostro reflejaba a la perfección la decepción que sentía en ese momento. Fue incapaz de contener las lágimas y tuvo que ser consolado por su rival.

Pero lo peor estaba por llegar. Durante la ceremonia de la entrega de trofeos, cuando Zverev tenía la palabra para dirigirse al público australiano, una aficionada le recordó a gritos los casos de violencia machista que le persiguen.

«¡Australia cree a Olya y Brenda!», gritaron hasta en tres ocasiones desde la grada. El alemán se quedó mudo aunque le ayudó que el resto del público cerrase filas con un sonoro aplauso. Zverev continuó con su discurso sin hacer referencias a lo que había ocurrido. Sí se pronunció sobre ello en rueda de prensa, aunque su respuesta fue breve. «Pues bien», dijo cuando le preguntaron por el grito de esta aficionada.

Zverev fue acusado de violencia machista por dos de sus parejas, aunque solo una de ellas -Brenda- denunció los hechos. Brenda Patea acusó al tenista de haberla empujado contra la pared y de intentarla asfixiar en un piso alquilado en Berlín durante una discusión en mayo de 2020. El caso se cerró en junio del año pasado con un acuerdo extrajudicial en el que Zverev se comprometía a pagar una multa de 200.000 euros a su expareja.

La otra mujer que acusó de malos tratos a Zverev fue la también tenista Olya Sharypova. Dijo que el alemán la golpeó en el rostro y le puso un cojín en la cara que le impidió respirar unos segundos. Los presuntos hechos también ocurrieron en 2020, aunque en el mes de octubre. Aquella acusación solo se formuló a través de las redes sociales y diferentes entrevistas en medios de comunicación. Nunca se llegó a tramitar la denuncia a la Policía y a comienzos de 2023, el asunto quedó zanjado para la ATP -la asociación profesional de tenistas- al no poder corroborar la veracidad de los hechos.

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