Malaika Mihambo será la estrella encargada de probar el nuevo sistema. EFE

Saltos de longitud sin tabla de batida, la revolución llega al atletismo

La World Athletics prueba el domingo en Alemania un nuevo sistema para reducir al máximo los nulos en esta disciplina

Igor Barcia

Viernes, 7 de febrero 2025, 11:53

Desde que Ellery Clark (USA) saltó 6 metros y 35 centímetros en los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, en 1896 en Atenas, hasta ... los últimos el pasado verano en París, con Miltiadis Tentoglou y Tara Davis-Woodhall como campeones, la final de salto de longitud siempre se ha desarrollado bajo el mismo sistema, el de correr por el pasillo hasta la tabla de batida, ajustando lo máximo para obtener la mayor distancia tras el impulso definitivo.

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Pero la World Athletics tiene nuevos planes para la especialidad en aras del espectáculo, como viene siendo habitual en sus últimas innovaciones. Según desveló el 'Daily Mail' a principios del pasado año, la máxima organización mundial del atletismo quiere testar la eliminación de la tabla de batida, el lugar donde se resuelven los saltos válidos o nulos, y cambiarla por una zona de salto, que se ha establecido en 40 centímetros. De este modo, se agilizarían los concursos a cambio de perder la esencia del salto, donde la habilidad de los atletas para ajustar su batida llegando a la máxima velocidad es fundamental para el resultado.

Si los atletas saltan antes de la zona establecida, no se les medirá el salto. Si se pasan del espacio establecido, entonces sí que se contabilizará el error. Otra novedad, la medición del salto se hará a partir de la punta delantera de la zapatilla del atleta dentro de la zona gracias a unas cámaras de vídeo que medirán la distancia del salto desde el momento en el que se inicia el despegue hasta la caída sobre la arena.

Tras un año de estudio, ha llegado el momento de testar el nuevo sistema en una competición con atletas de primer nivel. Será este domingo en el Mitin ISTAF Indoor de Dusseldorf de Alemania, donde alrededor de 7.500 espectadores estarán en las gradas del PSD Bank Dome para ver una revolución que promete ser histórica en el atletismo. En el pasillo de saltos estará una campeona olímpica y del mundo como Malaika Mihambo, que en 2019 saltó 7,30 metros y que en declaraciones recientes se mostró dispuesta al cambio. «Al final, esto puede hacer que el salto de longitud sea más emocionante. Los saltos óptimos son más probables con la zona de despegue, porque los atletas no solo tenemos que orientarnos en la tabla, sino que podemos usar todos los aspectos para un punto de despegue óptimo. Estoy feliz de probar».

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Sebastian Coe, presidente de la World Athletic, ya avanzó en diciembre de 2023 el cambio en un encuentro con periodistas al evidenciar su preocupación porque detectó que en el Mundial de Budapest de ese año el 31% de los saltos resultaron nulos. «Si tienes una competición así, es una hora de cobertura con demasiada inactividad, con gente cambiándose y preparándose para hacer algo. Eso se puede mejorar», justificó, y avanzó que los expertos estaban trabajando en un cambio con una zona de despegue. «No hará feliz a todo el mundo», vaticinó. Y tras conocerse ayer la novedad, ya han salido voces que cuestionan un cambio en los fundamentos de la competición.

Jon Ridgeon, director ejecutivo de World Athletics, incidió en esa idea de que el actual formato resulta un desperdicio de tiempo. «Así que estamos probando una zona de despegue en lugar de una tabla de despegue. Eso significa que cada salto cuenta. Se suma al peligro y al dramatismo de la competencia». De este modo, los atletas tendrán un área para comenzar el salto y luego la distancia se medirá desde el punto exacto de despegue hasta donde aterrizan en la arena. La idea es probar este plan y si tiene éxito, intentar incorporarlo ya a competiciones de élite a partir de 2026, antes de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028.

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«Pasaremos este año probándolo en circunstancias de la vida real con muy buenos atletas. Si no pasa las pruebas, nunca lo introduciremos. No vamos a introducir cosas por capricho porque a uno de nosotros le parezca buena idea», dijo Ridgeon.

«Una mierda de perro»

Por supuesto que la medida ya tuvo numerosas reacciones, algunas tan destacadas como la de una leyenda del atletismo y del salto de longitud como Carl Lewis, tres veces campeón olímpico (Los Angeles 84, Seúl 88 y Atlanta 96) y dos veces oro en el Mundial (Helsinki 83 y Tokio 91). «Supongo que esto respalda lo que he estado diciendo: que el salto de longitud es la prueba más difícil del atletismo. Eso simplemente eliminaría habilidad más difícil de conseguir de este evento. Entonces también habrá que agrandar la canasta para los tiros libres porque mucha gente los falla. ¿Qué opinas?», tuiteó «el hijo del viento».

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Más contundente resultó la opinión del gran referente del salto de longitud masculino. El doble campeón olímpico Miltiadis Tentoglou amenazó en 2024 con abandonar la prueba si se introducía la zona de despegue de forma oficial. «Es una mierda de perro», resumió el griego cuando se le cuestionó por esta novedad en el pasado Mundial indoor de Glasgow. «Necesitas correr como un velocista y llegar a la tabla perfectamente; ésta es la parte difícil del salto de longitud. El salto en sí es fácil. La parte difícil es la carrera. Así que si quieren eliminar esto, el salto de longitud sería la prueba más fácil. Si eso sucede, ya no haré longitud. Me pasaré al triple». Palabra de doble campeón olímpico.

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