Zabaleta admite que necesita «más confianza» con su derecha

La autoexigencia de Zabaleta es elevada y no tiene problemas en sus manos, pero el navarro admitió ayer que en el Parejas de este año «solo ha acabado cinco partidos dándole a gusto con la derecha». Es una de sus principales armas para dominar los encuentros y generar ocasiones a Elezkano II, pero no encuentra las sensaciones de otras ediciones con la diestra a la hora de golpear la pelota y de ganar altura. «Es falta de confianza. El domingo trataremos de disfrutar y a partir de ahí tiene que llegar».

En el frontón Astelena de Eibar se la juegan contra Laso e Imaz en el segundo partido de la liguilla de semifinales. El que gane seguirá con vida de cara al tercer y definitivo choque para sacar el billete para la final, y el que pierda prácticamente dirá adiós a la competición. El zaguero de Etxarren espera llegar a tiempo. Hoy realizará su última puesta a punto con el técnico Jokin Etxaniz para encauzar la situación. «Esto se trabaja. Me gusta entrenar para mejorarla».

Si lo consigue, tendrá a sus rivales más alejados del frontis. «Arrimaré mucho mejor a pared y tendré que recorrer menos metros en la cancha». En caso contrario, «habrá que sufrir muchísimo porque Laso es muy atrevido e Imaz muy trabajador», dijo. Hace cerca de un año que Zabaleta no juega en el frontón guipuzcoano, una cancha que les gusta. Por el contrario, para sus rivales, a pesar de ser de la empresa rival, será la sexta ocasión que les toque vestirse de blanco en este recinto. «Por ese lado creo que tienen ventaja», destacó.

Una final

Elezkano II quiere hacer borrón y cuenta nueva pese a no creer que hicieran un mal encuentro el fin de semana anterior. El delantero de Zaratamo no tiene una presión añadida ante un duelo que puede marcar su futuro en el torneo y por el hecho de ser los campeones del año pasado. «Es la misma para todos. Hay en juego algo grande y todos tenemos la misma ilusión», admitió.

Laso tiene claro que el choque es «una final y solo vale ganar». Pero no será nada sencillo porque «habrá nervios y pude pasar cualquier cosa». En la liguilla de cuartos ya lo consiguieron en el rápido frontón de Hendaya. Sin embargo, el recinto guipuzcoano es bien distinto. Entonces Zabaleta estuvo incómodo y esa también será su misión en el próximo choque. «Necesitamos ser una pareja rocosa. Tendré que ayudar a Imaz y tratar de acabar el tanto», apuntó.

No hubo problemas en la elección de material. Ambas combinaciones se decantaron por un par de pelotas de cuero marrón que resbalan más en el suelo.

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