Un verano redondo

Fin de la feria de San Mateo. El domingo, el Adarraga se volvió loco, preso del embrujo y el delirio provocados por Javier Zabaleta. Un zaguero en estado de gracia y que ha firmado un verano redondo. Junto al pelotari de la tierra, Víctor, pasó por encima (22-9) de Olaizola II y Mariezkurrena. Atrás quedaron para el de Etxarren los fracasos en el Torneo del Cuatro y Medio y del Manomanista. El guardaespaldas de Aspe marca una diferencia con su pelotazo totalmente abrumador. Su derecha es pura dinamita. Alarga su brazo, mete cintura, conecta sus manos y la pelota sale catapultada del frontis como un auténtico obús. Es un torbellino que pone patas arriba a todo aquel que se le pone por delante. Es una verdadera gozada ver cómo coloca su pelotazo en las cercanías del rebote como quien no quiere la cosa. Fue el gran protagonista del partido.

En el Masters CaixaBank, el torneo en el que la Liga de Empresas se ha apoyado durante el verano, dejó una profunda huella de su gran poderío. Formando sociedad con Aimar Olaizola, puso en evidencia a todos sus oponentes en los cuadros largos de la cancha. Y protagonizó pasajes llenos de ensueño y hechizo. Así lo constató en la última cita del torneo.

En el frontón ribereño del Ebro hizo un partidazo. A su compañero de viaje, Víctor Esteban, lo elevó a las alturas que era, ni más ni menos, lo que deseaban con ardor los pelotazales que agotaron todo el papel puesto a la venta. Dejó a sus pies a su oponente en la zaga convirtiendo esa zona en todo un infierno. Y una y otra vez desbordó a Mariezkurrena.

Su delantero, como suele ocurrir cuando se necesita imperiosamente el triunfo, arrancó agresivo y codicioso. Fue alternando aciertos con errores, y según el marcador fue desnivelándose a su favor, enderezó el rumbo y terminó presentando una tarjeta con un notable alto. Víctor tenía una cuenta pendiente con su gente y Baiko... Y supo saldarla decorosamente.

Nada más ponerse la pelota en juego, Olaizola II generó un caos con su zurda, una de las mejores de los últimos tiempos. Su gancho tiene plena vigencia y sabe leer los partidos, como lo ha venido haciendo a lo largo de su dilatada carrera. Tuvo una dificultad añadida, que estuvo muchos minutos viendo sobrevolar la pelota por encima de su cabeza. En esta situación muy poco o nada se puede hacer.

Mariezkurrena aguantó el diluvio como buenamente pudo. No tuvo una gruta en la que guarecerse. Tiene madera. Pólvora en su derecha. Pero su zurda aún está sin pulir. Cuando la pelota se le envenena en pared izquierda sufre en exceso. Es aconsejable que meta muchas horas en el frontón. El resto vendrá por añadidura.

Ahora la pelota a mano profesional se adentra en el Torneo del Cuatro y Medio, una competición con solera que cuenta con muchos adeptos.

Temas

• Herri kirolak