No siempre gana el mejor
La liguilla de semifinales del Parejas agotó el fin de semana la segunda jornada. Los frontones Adarraga y Bizkaia fueron las sedes de los dos partidos programados por la Liga de Empresas. Mucha tensión en la cancha, nervios, y todo lo que lleva en sus entrañas un duelo trascendental.
Sin embargo, hay que subrayar que no siempre gana el mejor. No se hace con la victoria el que más méritos ha llevado para ello. La suerte, el azar y lo caprichoso también tienen un papel determinante. Aconteció el sábado en la cancha del recinto ribereño del Ebro. La Rioja anunciaba por todos sus poros la primavera y las cepas de los viñedos lucían sus jóvenes pimpollos.
Se enfrentaron Ezkurdia y Ladis Galarza -faja colorada- conra Altuna III y Mariezkurrena -gerriko azul-, que partieron con los pronósticos a su favor. Hubo sucesivos abrazos en el marcador, ocho en total. Y se plantó en el umbral del triunfo la pareja navarra: 20-18. El choque se adentró en la indefinición: 21-21. Fue Jokin Altuna, de un fogonazo al ancho, quien deshizo el empate.
Pese a la derrota, el león de Arbizu fue con mucho el mejor. No mereció perder. Fue el que más tantos fnalizó, 10, y el más pelotari del cuarteto. Impecable en ataque y defensa. Brilló en el caos, ya que su zaguero perdió 8 pelotas claras, y se mostró como el hilo conductor del juego. Fue un concierto en que desafinaron los zagueros, que entre ambos dejaron de poner en el frontis 17 pelotas.
Altuna, pese a ganar, no me gustó. La inspiración, su pillería, y ese talante rematador que Dios le ha dado se esfumó con una neblina matinal. No está en juego el guipuzcoano. Sus paraditas al txoko no son lo que eran. Mientras que los ganchos no los cruza con la malicia y pillería de hace unos meses. No está bien y esta competición le ha cogido con el pie cambiado. No se puede estar durante todo el año en el máximo pico de rendimiento. El material, adecuado a las condiciones del frontón.
En el Bizkaia de Miribilla este pasado domingo, en una tarde plomiza, se puso el punto y final a la segunda jornada de la liguilla de semifinales del Parejas . Elezkano II y Zabaleta apabullaron (22-8) a Peña II y Albisu. Los vencedores, intratables. Muy superiores a sus rivales en toda la cancha. El zaguero navarro, artillero mandón, impuso la ley del cañonazo e hizo añicos las defensas de sus contrarios.
Peña II, desteñido. Contemplativo y con escasas ideas. Hubo tantos con todo a su favor que desaprovechó. Especialmente con las paraditas al txoko. Quizás fue una de sus peores intervenciones a lo largo de lo que va de campeonato. Su guardaespaldas aguantó el huracán provocado por Zabaleta hasta el ecuador. Luego se extravió. Ya se sabe que en un partido de pelota un solo tiempo no es suficiente para ganar.
El equilibrio se mantuvo hasta el empate a seis. Más tarde se fueron atornillando en sus respectivas parcelas los de Baiko. Perplejos, angustiados y aturdidos, sin oponer resistencia, dejaron el mando de las operaciones a los de la promotora de los Vidarte y se acabó lo que se daba.