Rekalde debuta con victoria en Eibar y estará en la liguilla de cuartos

El vizcaíno superó los nervios de su puesta de largo y pudo disfrutar con los familiares y amigos que le acompañaron en la grada. Un buen inicio le facilitó las cosas. Porque restó bien el primer saque de su rival y demostró que cuenta con muchos argumentos dentro de la 'jaula'. Estuvo acertado a la hora de ejecutar el saque, sacó a relucir su dejada de zurda al ancho y cortó bien la pelota para tener al navarro a la defensiva. En apenas 38 pelotazos se colocó con un 0-7 a favor que le dio la tranquilidad necesaria. Sin embargo, se complicó la vida poco después porque los errores que cometió por no tener paciencia a la hora de madurar el tanto y buscar golpes complicados hizo que Aldabe siguiera creyendo que era posible.

Rekalde no logró mantener la regularidad. No hizo caso a su botillero, Ekhi Ziarrusta, y quiso terminar las jugadas demasiado rápido. Algunas pelotas se le fueron fuera y vio como el que vistió de colorado se le acercaba 10-14. Esta situación obligó a su asesor a pedir un descanso con el objetivo de que se volviera a centrar, y el de Dima regresó poco a poco al encuentro. Perdió de derecha el siguiente tanto, pero mantuvo la cabeza fría para comenzar a madurar el choque y a su rival.

Tras un tanto de veinte pelotazos, el más largo de la contienda, acabó bien un dos paredes y a partir de entonces todo fue más sencillo para él. Volvió a rentabilizar el primer golpeo para pasar a dominar la situación y ya tuvo muy pocas desconexiones. Movió la pelota con más criterio, la bajó bien y consiguió abrir ángulos. De esta forma se fue hasta el 11-19 que pasó toda la presión de Aldabe. El de Igantzi sabía que era entonces cuando tenía que echar el resto pero sus recursos para la finalización son bastante más limitados. Apretó, pero una pasa supuso el tanto 21 para su oponente.

Rekalde no desperdició la oportunidad y cerró el encuentro con otro dos paredes de derecha. El dimoztarra caerá en la liguilla en el grupo en el que se encuentran Agirre, Salaberria y Murua, todos delanteros. Eso será otra historia, pero el vizcaíno no tiene nada que perder.