Pelotas «normales» para la final del Parejas

Los que vestirán de colorado han agotado los diez minutos estipulados para la selección y han optado por cueros de 105,1, 104,9 y 105,6 gramos, mientras que sus rivales han sido algo más rápidos y se han decantado por material de algo más de peso –106,7, 106,4, 105,5 gramos–. «Las de ellos andan un poco más por el suelo que las nuestras, aunque nosotros también hemos optado por una más rápida», ha destacado Rezusta.

El zaguero de Bergara y el delantero de Zaratamo han considerado como «normal» que sus rivales sean favoritos «por el campeonato que han firmado. En las semifinales no han perdido un partido. Pero el favoritismo hay que demostrarlo en el frontón», han señalado. Ellos saben que necesitan «un duelo perfecto» para tener opciones de calarse la txapela, que en el caso de Rezusta, sería la segunda. El vizcaíno estrenaría su palmarés, una circunstancia que no incluye una «mayor presión» de cara al duelo cumbre. «Una final es algo especial y seguro que llegarán algunos nervios pero, de momento estoy tranquilo», ha reconocido Elezkano II.

Desde su punto de vista, una de las claves de la contienda será «aprovechar las opciones que tengan y ser valientes», ante una combinación rival que exige mucho. «No se pude ganar un partido en defensa», ha añadido el delantero.

Irribarria y Zabaleta, por su parte, han reconocido que una de sus bazas será cargar atrás «para abrir huecos, y buscar la derecha de Elezkano II». El zaguero de Etxarren no quiere el cartel de favorito porque «yo nunca veo a nadie favorito en un duelo de estas características». Al navarro se le ha hecho un poco larga la espera después de estar jugando semanalmente durante los últimos cuatro meses, «pero ya falta poco», ha añadido.

Irribarria lleva más de un año sin jugar finales y está especialmente motivado. A pesar de su juventud tiene a sus espaldas ya tres duelos cumbres, «pero nunca te acostumbras a jugar finales», ha admitido. Tienen que dar lo mejor durante la hora que dure el encuentro. «Solo vale ese momento». Sabe que el juego de sus rivales se caracteriza por la constancia. «Siempre están en su sitio y no pierden pelota, por lo que tenemos que evitar las desconexiones y estar metidos hasta el final», ha concluido.