Cada mochuelo a su olivo
En la vida el ser humano es dado a crear unas expectativas que más tarde resultan infundadas. No tienen sentido alguno. Levantan castillos en el aire cuando son densos nubarrones. A muchos les pasa lo que al bueno de don Quijote. Que un buen día en sus andanzas con Sancho Panza por tierras manchegas confundió lo que eran unos simples molinos de viento con gigantes.
Sirva este pequeño prólogo para poner en tela de juicio la actuación en el Manomanista de 2021 de dos zagueros estelaristas como Rezusta y Zabaleta, que en su día abandonaron esta competición porque consideraron que no estaba hecha a su medida. Ya dejé escrito en una de mis opiniones que al de Etxarren lo eliminó no hace mucho Mendizabal III, un pequeño pero gran delantero que se hartó de jugar teloneros.
Sobre estos dos zagueros poderosos se habían aireado grandes expectativas. Que abrían mucho hueco y le daban con mucha fuerza a la pelota. Nos vendieron milongas. La verdad es que, con pelotones en el cestaño, hacen mucha pupa. Necesitan cañones para derribar las defensas de sus oponentes. A pie quieto son temibles. Sin embargo, en carrera son podencos y no galgos. Y con pelota de jugar carecen de recursos.
Beñat Rezusta, un zurdo al uso, evidencia que su derecha es un pozo sin fondo. Es conveniente echar la vista atrás del historial del Manomanista. En 81 años que viene disputándose solamente tres zurdos han logrado conquistar la txapela. Juan Ignacio Retegui, con seis entorchados, Xala con uno y dos de Irribarria.
El campeón de Erasun se impuso a grandes figuras de la modalidad. Tenía una volea de derecha demoledora. Se plantaba en el cuatro y medio y pasarle por encima de la cabeza era misión imposible. En cuanto al vasco francés era un tipo bien pertrechado con un aceptable juego aéreo y piernas de gacela. Respecto a Irribarria, logró dos títulos gracias a los cañones que pusieron en el cestaño. Rezusta, por mucho que nos quieran vender, no es un especialista en luchas individuales. Artola lo eliminó y lo dejó en evidencia.
En cuanto a Zabaleta, flamante campeón del Parejas, no pasó de ocho tantos ante Altuna III, el mejor pelotari de la actualidad. El derrotado tuvo una actuación para echarse a llorar. Restó mal, y en el peloteo, con un material manejable y dócil, casi nunca pasó a dominar. Y es que como no me canso de repetir en el frontón la dueña y señora es la pelota. A ver cuándo se enteran los intendentes.
La final está servida. Altuna III y Artola son los protagonistas. Se han merecido jugar esta importante cita. La moraleja o dicho popular que se les puede aplicar a Rezusta y Zabaleta es que cada mochuelo a su olivo. Que el castellano cervantino señala que todo hijo de vecino debe volver a lo suyo y proseguir en esas tareas que uno domina y no meterse en aventuras sin retorno.
No quiero pasar por alto las dos semifinales del Manomanista de promoción disputadas en el frontón Santanape de Gernika. Vencieron Peio Etxeberria y Egiguren V, pero tuvieron que exprimirse a fondo para doblegar a sus rivales, Salaberria y Erasun.