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El Parejas se comprime. El campeonato más largo de la temporada consumirá cinco jornadas en 18 días. Una maratón de pelota sin precedentes. El año pasado se programaron 20 festivales en 24, pero en esta ocasión el calendario se aprieta todavía más. Desde el viernes ... hasta el Reyes tan solo los días 24 y 31 de diciembre no habrá pelota a mano profesional.
La medida fue consensuada por la Liga de Empresas de Pelota a mano (LEP.M) con los protagonistas antes de que arrancara la competición. Las fechas son propicias para la programación porque los aficionados se encuentran de vacaciones y la agenda precisa de semejante aglomeración para encajar los tres torneos oficiales antes del mes de junio. De esta forma los manistas podrán contar con una semana de vacaciones como mínimo antes de que arranque la temporada de verano.
La demanda por parte de los municipios para estas fechas también favorece a un torneo que se vende solo. De hecho ha habido localidades a las que no se ha podido asignar un festival porque ese día concreto estaba ocupado. Recintos como el Astelena de Eibar, el Beotibar de Tolosa o Arrasate son habituales y es probable que cuelguen el cartel de no hay billetes o estén muy cerca de hacerlo porque la tradición de acudir al frontón se mantiene. Pero hay otros que no los son y se han animado a acoger un festival como Lodosa tras la renovación de la cancha.
La oferta en el territorio arrancará el sábado en Lekeitio y pasará por Durango, el Bizkaia, Amorebieta, Zalla y del Deportivo de Bilbao, que ya el año pasado acogió un enfrentamiento del Cuatro y Medio.
Los pelotaris son conscientes de la dificultad que supone asumir tantos partidos, una condensación que les infunde respeto. El material con el que se juega el campeonato es más exigente que el que se emplea en la época estival, donde algunos de los pelotaris sí están acostumbrados a semejante ritmo. Por eso se prepararan para cuidar sus manos lo mejor posible porque en el caso de que sufran algún percance pueden perderse varios encuentros por la proximidad a la que están programados.
Durante esos veinte días tampoco van a poder realizar los habituales entrenamientos técnicos en el frontón porque van a carecer de tiempo para ello. Jugarán y descansarán porque en algunos casos tan solo van a disponer de un día entre un encuentro y otro. Son cinco jornadas en las que hay mucho en juego y poco tiempo para asimilarlo, lo que acarrea un esfuerzo más en el caso de que no les vayan bien las cosas.
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