«Es una final. Hay que ganar sí o sí para mantener la esperanza»

Pero a los que vestirán de azul casi les es igual el rival. Necesitan pensar solo en ellos. «Tenemos que meter velocidad, jugar agresivos y sin miedo». Vista su situación en la clasificación con tan solo un punto y a dos de la sexta plaza que da opción a jugar el play-off tienen poco que perder. La presión es para otros. «Ya no se pude salir a especular ni a defender. Hay que ir al ataque», añadió. A tumba abierta.

La mejoría mostrada en el juego en los últimos encuentros no ha tenido reflejo en la tabla por diferentes detalles, pero todavía les queda una bala. En el anterior terminaron con «pena y rabia» tras caer ante los líderes en el mismo escenario, «pero dimos otra imagen y jugamos a otra cosa. Mucho mejor. Con otro carácter y las sensaciones fueron mejores».

Necesitan mantener la intensidad durante todo el choque. Hasta ahora han perdido fuelle a partir del primer descanso obligatorio -tanto doce-. «Los rivales nos han cogido ventaja sin hacer gran cosa y no les hemos podido sujetar. Necesitamos ser constantes y hacer las cosas bien para estar en la pelea hasta el final», subrayó Ezkurdia.

Saben que tienen un duelo complicado ante «una de las combinaciones favoritas». «Es una pareja muy compensada y sólida, pero si conseguimos plasmar nuestra propuesta tendremos opciones de ganar», concluyó.

Altuna III y Martija llegan en buena racha y quieren mantener las sensaciones. No miran más que al próximo choque «porque hace tres semanas estábamos desahuciados y ahora parece que tenemos opciones de estar arriba», recalcó el delantero de Amezketa, que ayer acudió solo a la lección porque su compañero tenía un examen. Admite que sus próximos rivales han estado muchas veces cerca de la victoria y no la han conseguido, «y cuando acumulas derrotas te condiciona». «Pero trabajan mucho y, aunque hasta ahora les ha faltado suerte, si nosotros bajamos un poco nuestro nivel nos ganan todos».

La elección de material discurrió sin problemas, aunque Ezkurdia reconoció que las pelotas con las que están jugando últimamente «no tienen mucha chispa». Las escogidas por ambas combinaciones fueron bastante similares.

Tampoco hubo quejas en el frontón de Manolo Malo de Buñuel donde Urrutikoetxea y Aranguren se enfrentan mañana (22.00 horas) a Laso e Imaz. Es un frontón rápido con suelo de hormigón en el que la mayor parte de los protagonistas no han jugado nunca, por lo que habrá que ver cómo se adaptan. Sobre todo los zagueros. Porque ambas combinaciones buscarán cargar atrás para abrir huecos y que los delanteros puedan entrar al remate.