Altuna III jugará su cuarta final seguida del Cuatro y Medio

Jokin Altuna volverá a jugar una final del Torneo del Cuatro y Medio. Cuarta consecutiva desde que debutó hace cinco años. El guipuzcoano regresará al frontón del espacio multiusos del Navarra Arena una temporada después a tratar de amarrar lo que se le escapó frente a Joseba Ezkurdia. Y será ante al mismo rival. Porque ambos han sido los más fuertes en un campeonato que ha contado con savia nueva en las semifinales, pero en las que se ha impuesto la experiencia. El de Amezketa pasó ayer por encima de Unai Laso en el frontón Bizkaia en un duelo en el que exhibió una gran defensa y explotó a la perfección su juego de aire.

Supo leer a la perfección un partido en el que partió como claro favorito para la cátedra. El navarro era la única baza de Baiko Pilota, pero esta vez no pudo con la solidez de su rival. Las semifinales son diferentes a los cuartos. Hasta ahora había plantado cara a todos sus adversarios, pero el que vistió de colorado se le indigestó. Tan solo pudo llevar la iniciativa en un arranque explosivo, pero su mecha fue de corto recorrido.

En el momento que Altuna III se asentó sobre la cancha y dejó las prisas de un lado todo fue más llevadero. El de Bizkarreta-Gerendain trató de aprovechar su mayor potencia, pero se encontró con un oponente con una gran defensa de derecha y que casi siempre pone la pelota donde quiere. El de Aspe movió a su rival de un lado para otro hasta demostrarle que es muy complicado meterle un tanto y que, a la mínima ocasión que tiene, encuentra el hueco.

El guipuzcoano tuvo la capacidad de darse cuenta de que las prisas son malas consejeras en un comienzo de partido en el que el navarro estuvo bastante sólido, abrió bien la pelota al ancho con la izquierda y finalizó un par de tantos. A su rival se le fueron un par de pelotas por arriesgar y no madurar la situación (1-5). Pero la experiencia acumulada le hizo mantener la calma y modificar lo que hasta entonces no estaba haciendo bien.

A pesar de estar algo alejado de su zona de actuación porque Laso trataba una y otra vez de sacarle, Altuna III consiguió igualar las fuerzas y a la mínima ocasión que tuvo dio el paso al frente definitivo. Una primera tacada de seis tantos le sirvió para certificar que estaba en el camino correcto, comenzar a madurar a su oponente y ponerse por delante en el marcador. Todavía necesitó ajustar más el punto de mira en algún gancho que se le fue fuera y que permitió al que vistió de azul empatar el choque a siete.

Sin embargo, tardó poco. Porque los dos tantos siguientes, duros e intensos, cayeron de su lado y le permitieron encarrilar el choque definitivamente. Fueron los primeros de los 14 que le endosó al navarro de forma consecutiva. Fue en ese momento cuando rentabilizó a la perfección su juego de aire. La volea de derecha cruzada a pared hizo mucho daño a Laso, que tuvo problemas para sacarla con la izquierda. Altuna III tomó el centro de la cancha y su rival ya no fue capaz de sacarle de sitio. Tampoco tuvo mucha suerte cuando intentó hacerlo porque hubo un par de tentativas que terminaron en la chapa o en la raya de la contracancha. El dominio de la situación de Altuna III fue absoluto a la hora de cerrar huecos como de abrirlos. Supo explotar cada uno de sus golpes para mermar poco a poco a un rival que se quedó sin argumentos y enfilaba su pase a la final.

Con un 21-7 en el luminoso, los últimos tantos que cayeron del lado de Laso solo sirvieron para maquillar el encuentro. Y todos fueron errores del guipuzcoano, que buscó finalizar el choque lo antes posible pero no pudo hacerlo hasta en tres ocasiones. A la cuarta fue la vencida con un fallo de Laso. «No veía cómo hacer el tanto. Restaba todas. Tiene una defensa increíble y ha jugado mucho más que yo, por lo que no queda otra que felicitarle», admitió al final de la contienda el navarro.