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Ignacio Pérez
Altuna III agranda su leyenda

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Altuna III agranda su leyenda

Altuna III 22-Laso 5 ·

Suma su tercera txapela del Manomanista tras descoser a un Laso que no ha entrado en la final del Bizkaia

Domingo, 2 de junio 2024

Altuna III lo ha vuelto a hacer. Ha sido el de siempre en el momento que hacía falta. En la final del Manomanista. En la lucha por la txapela más preciada, y se la ha llevado. Con contundencia. Le ha endosado un 22-5 a Laso. Una paliza. Solo en cinco ocasiones en la historia del campeonato se dieron resultados similares o más abultados. ¿La causa? Que el delantero navarro no ha estado en el partido. Cuando dos pelotaris de semejante calibre se cruzan en un choque cumbre pueden ocurrir estas cosas. Si uno roza la perfección el otro paga las consecuencias. A pesar de la experiencia que ya tiene acumulada, el de Bizkarreta-Gerendiain no ha podido con la alargada sombra del guipuzcoano.

Tercera txapela para el de Amezketa que agranda su leyenda. Traía el choque perfectamente estudiado y lo ha plasmado sobre la cancha, algo que no es nada fácil en un partido con el frontón Bizkaia lleno y en el que hay que gestionar muchos aspectos. Pero su capacidad de hacerse grande asombra. En la liguilla de cuartos cayó ante el mismo rival por 22-7 porque todavía no estaba a punto y sabía que tenía un comodín, esta domingo le ha devuelto la moneda cuando el título estaba en juego.

El inicio del encuentro era muy importante y lo sabía. Sobre todo no había que regalar nada y se ha puesto a restar a bote sin problema porque hacerlo de aire tal y como estaba sacando el navarro era una lotería. Si tenía que ceder algún tanto que se lo hiciera Laso. Pero la primera pelota a la chapa de su rival que ha supuesto el empate a uno ha sido el principio del fin para el de Baiko. Altuna III, que hasta ahora había amortizado su primer golpe por rachas, ha sacado mucha punta a su saque cruzado a pared. Así ha comenzado a romper a su rival y el partido. Laso en lugar de recular ha buscado el resto de aire y no ha estado acertado. En una de sus tentativas le ha dado dado con la muñeca a la pelota, circunstancia que ha provocado que se le dormiera la mano, aunque como el propio pelotari ha reconocido ha tenido poco que ver en el resultado.

Altuna III ha olido sangre enseguida. Le han bastado 52 pelotazos para llegar el ecuador de la contienda (11-1) casi sin despeinarse. Concentrado, ha hecho lo que quería en todo momento mientras Laso se diluía porque no encontraba la fórmula de generarle dudas. Las sensaciones del amezketarra eran buenas. Sus piernas estaban sueltas y su cabeza funcionaba como un ordenador. Y la ventaja adquirida le daba la confianza que le hacía falta.

Buscarle la zurda

Laso ha recorrido el camino contrario. Venía de llevar siempre la delantera en los encuentros anteriores y esta vez le tocaba remontar, por lo que sus dudas se incrementaban. No podía sacar su derecha y ganar altura en una cancha que no tiene límite porque Altuna III insistía una y otra vez en buscarle la zurda. Y cuando se ha visto en algún problema el guipuzcoano le ha buscado los pies.

Ha dominado la mayor parte de los tantos sin problemas. Ha jugado siempre de cara, y en una situación asi resulta prácticamente imparable. De esta forma se ha marchado hasta el 19-1. Aunque el Manomanista es una modalidad en la que las tacadas abundan y las remontadas son posibles, a esta alturas ya se veía que solo había un pelotari en la cancha. Laso se había retirado un poco antes a vestuarios tras recibir el segundo golpe en la muñeca, pero el parón tampoco le ha servido para tratar de ordenar las ideas.

Ha sido al final del choque cuando ha logrado algún destello que le ha valido para recortar algo la diferencia, pero ha sido algo puntual porque para entonces Altuna III ya era consicente de que, tras la del Cuatro y Medio, su segunda txapela de la temporada estaba cerca y no ha tardado en certificarla.

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