Kimi, a su manera
juan carlos otaduy
Lunes, 13 de septiembre 2021, 02:08
Poco falta para que abandone la Fórmula 1 un tipo enormemente singular, uno de los mejores pilotos de la parrilla que en sus primeros años ... en el Gran Circo acumuló méritos para ganar el Campeonato del Mundo. Kimi Raikkonen ha anunciado su retirada como siempre ha hecho las cosas, sin darle mayor importancia, harto de repetir que en absoluto la F-1 es el eje de su vida, que la familia y los amigos son mucho más importantes y que una vez pase página en absoluto echará de menos la vida que deja atrás.
Kimi se asomó al Gran Circo con escasa experiencia en monoplazas, y eran tales las dudas que le generaba a la FIA su falta de kilometraje que su debut con Sauber estuvo condicionado a sus prestaciones. Se le concedió una superlicencia provisional que fue confirmada poco después, porque enseguida demostró el chaval que apuntaba maneras. De ahí a McLaren para mostrar su mejor versión, la de uno de los pilotos más rápidos que haya conocido la F-1. No seremos pocos los que le recordaremos pilotando un McLaren plateado con su nombre en los pontones, pulverizando el crono al volante de una soberbia obra de ingeniería que de haber resultado fiable le habría hecho campeón. Fueron sin duda sus mejores años en el automovilismo -capaz de poner contra las cuerdas al dominante Schumacher y a otro fenómeno como Fernando Alonso- y su legión de admiradores se multiplicaba porque en cada carrera derrochaba espectáculo.
Ayer en Monza los McLaren coparon el podio por primera vez en años. Aprovecharon la oportunidad que les brindó el abandono de los aspirantes al título y justificaron una temporada por debajo de las expectativas, ingresando de paso unos premios que podrán invertirse en el coche del año próximo. Cierto es que tan solo Red Bull y Mercedes están desarrollando los monoplazas actuales, enfrascados como están en su disputa, y a los de Woking habrá que otorgar el beneficio de la duda porque se les supone volcados en el bólido de 2022. Nada que ver con los tiempos de Raikkonen al volante, cuando llegó a dejarse sin debutar algún McLaren que no alcanzó las expectativas. Su etapa con los de Woking, junto a las de Ferrari y Lotus, dejó cientos de imágenes para el recuerdo. Algunas amargas que le privaron de títulos que le parecían predestinados, como aquel de 2005. Otras icónicas como la del triunfo aquel mismo año en Suzuka cuando ofreció una exhibición de pilotaje con el campeonato ya perdido. Por supuesto la de Interlagos 2007 cuando por fin lo consiguió al volante del Ferrari o la de julio de 2012 en Valencia compartiendo un podium irrepetible con Alonso y Schumacher.
'Iceman' ha sido uno de los mejores pilotos que han pasado por el Mundial. Protagonista destacado durante la primera década del siglo XXI quizá debió decir adiós cuando hace tres años Ferrari le comunicó que no contaba con él, porque el paso por Alfa Romeo -en realidad la misma Sauber que le dio la alternativa- ha convertido en testimonial su presencia en la parrilla. Pero Kimi Matias Raikkonen siempre ha vivido a su manera, haciendo suyo lo que cantaba Sinatra hace muchos años… «llegado el final hice lo que debía, aproveché mi momento, gané y perdí pero lo hice a mi manera». Así ha sido, a la manera de Kimi.
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