Santurtzi y Hondarribia, enemigos a batir

Las cinco o seis primeras regatas marcan bastante el devenir tanto por arriba como por abajo porque «un mal inicio puede hacer que digas adiós al título», apunta Iker Pascual, remero de Zierbena curtido en mil batallas, con lo que la primera parada gallega se prevé clave. Empezar bien siempre es un plus. El temido viento, habitual en aguas coruñesas puede jugar más de una mala pasada como ya le sucedió a Hondarribia en 2020.

Lo primero es asegurar plaza en la tanda honor porque de los cinco o seis aspirantes solo hay sitio para cuatro. Hagan sus apuestas sin dejarse llevar por la pasión de los colores. El morado de Santurtzi, campeón de la corona CaixaBank la pasada campaña por primera vez en su historia, parece que es jugar sobre seguro. Los de Iker Zabala mantienen la columna vertebral, aunque han tenido algunas bajas relevantes como la de Iker Pascual y Adrián González que han recalado en Zierbena.

Sin embargo, el preparador bermeotarra las ha suplido con la llegada de Jon Etxaniz procedente de Orio y Javier Sayans de Cabo Cruz. Y si eso fuera poco ha logrado sacarse un As de la manga con la incorporación en la popa de la 'Sotera' de Gorka Aranberri tras la retirada de otro histórico como Asier Zurinaga. Por todo ello, los morados aspiran al máximo en todos los frentes. Su temporada en botes cortos ha sido espectacular. ¿Aviso a navegantes?

Asimismo, Hondarribia es la fiabilidad personificada. Los fronterizos también mantienen el bloque pese a la marcha de efectivos de peso como Julen Castrillón o remeros que entraban en las rotaciones habituales de Mikel Orbañanos como Iñaki González, Andoni Irazoki e Iker Marizkurrena. Su apuesta ha sido el retorno de Garikoitz Uranga y la cantera.

Y con intenciones de apretar a los dos 'grandes' llegan Urdaibai, tercera la campaña anterior en la Eusko Label Liga y Zierbena. Ambas apuestan también por la continuidad con refuerzos puntuales. Los 'txos', tras las bajas de Unai Bilbao, Unai Villakorta, y Mikel Arostegi, que ha retornado a Santurtzi, han incorporado a Nicolás Yurramendi de Donostiarra, así como a Lander Salas. La pasada campaña, los de Jon Elortegi fueron capaces de dar más de un susto -dos banderas- y llegaron a ser líderes, pero a la hora de la verdad circunstancias extradeportivas les hicieron descentrarse y diluirse. El tiempo dirá si la 'Bou Bizkaia' es capaz de volver a reinar en una competición en la que tiene nada menos que siete coronas de campeón.

Zierbena, por su parte, quiere lograr por primera vez ese trofeo para sus vitrinas. Los hombres que dirige Juan Zunzunegui han crecido campaña a campaña, pero les falta rematar esa progresión con el título de la regularidad o la Bandera de La Concha para consagrarse definitivamente con un 'major' al estilo Jon Rahm. Han estado cerca de conseguirlo en dos ocasiones en aguas de San Sebastián, pero en ambas se encontraron con el 'coco', Hondarribia. Los 'galipos' han cambiado algunos cromos para dar ese salto definitivo.

Y si por arriba la pugna seguro que da muchos juego, por abajo no será menos entre Lekittarra, Ondarroa, Cabo Cruz, Zarautz, Ares y la recién ascendida Tirán. Todas ellas aspiran a meterse en la segunda tanda y escapar de la quema. El agua pondrá a cada uno en su sitio en una Eusko Label Liga que aumenta a veinte las jornadas puntuables y presenta novedades importantes.

Entre esos cambios se encuentra el hecho de que, al contrario que hasta ahora, el calendario será seguido. Nada de parones, salvo el obligado por la disputa de La Concha los dos primeros domingos de septiembre. Las mejores embarcaciones del panorama arraunlari, por tanto, no estarán presentes en el Campeonato de España. Pierde el remo.

Asimismo, la competición vuelve a Castro un escenario con gran solera después de dos años y también visitará Galicia en tres ocasiones en lugar de las dos habituales. A la espera de ver cómo evoluciona la pandemia, el protocolo anticovid será idéntico al de la pasada campaña, con áreas reservadas para los equipos y ausencia de Fan Zone y palco de invitados. El semáforo ya se ha puesto en ámbar.